En época de parón por selecciones, y ante las muchas bajas que tiene cada equipo de la Liga BBVA, las diferentes plantillas aprovechan para hacerse fuertes mentalmente para afrontar el final con las mayores garantías. Y lo hacen a través de juegos y convivencias que favorecen el compañerismo y el buen ambiente. Los futbolistas del RC Deportivo durante esta semana disputaron primero un campeonato de paddle y después un torneo de karts. Comunión para afrontar un final de Liga que se prevé apasionante.
Pablo Cancela, jugador profesional de hockey patines, internacional absoluto por España e íntimamente relacionado desde su infancia con Pedro Mosquera, retó a la plantilla del Dépor a jugar un partido de hockey la próxima vez que puedan disfrutar de actividades extrafutbolísticas. Cancela es consciente de que en estos momentos la plantilla deportivista ya está concentrada en el derbi gallego del sábado en Balaídos, pero deja la semilla sembrada para próximas ocasiones.
«Como sabes Pedro y yo jugamos muchos años juntos al hockey durante nuestra infancia«, comenta para Riazor.org el jugador del Forte dei Marmi italiano. «Sé que a él le gustaría volver a calzarse unos patines y en verano me acompañó en el campus que tengo en A Coruña junto a los chicos que quieren aprender. Él siempre fue un fantástico jugador de hockey y podría haber llegado muy lejos, lo que pasa es que también lo era con el balón de fútbol. Yo por si acaso dejo la apuesta lanzada. Y mi campus está abierto para ese posible partido en verano«. Ahora la pelota está en el tejado de Mosquera.
@PedroMosquera11 os reto a un partido de hockey
— pablo cancela moll (@Pablocancela74) 26 de marzo de 2016
COMPAÑEROS DE EQUIPO
Pablo Cancela y Pedro Mosquera son una pareja sobradamente conocida en el mundillo del hockey coruñés juvenil a mediados de los años 90. Ambos jugaban directamente con chavales mayores que ellos pues su categoría siempre se les quedaba pequeña. Ganaron torneos de todo tipo, contra equipos asturianos, portugueses y catalanes vistiendo la camiseta del Santa María del Mar. Eran inseparables. Por lo buenos que eran y por lo bien que se llevaban. «Luego llegó el Real Madrid y me dejó sin mi compañero. Para mí fue una pena en un principio, hay que darse cuenta de que fue mi primer mejor amigo, el que me espabilaba y el único que me mandaba callar desde que teníamos 10 años. Fue duro también para él, pero no cabe duda de que acertó. Ahora da gusto verle dominar el centro del campo del Deportivo. Y mis éxitos en el hockey también son suyos. Cada vez que celebro algo sé que estoy representando a los dos«.
Dos amigos que se separan, que se alejan de su tierra para intentar triunfar en lo que les apasiona. Los dos lo han hecho y lo siguen haciendo, pero Pedro ha tenido la suerte de volver a casa, mientras que el actual estado del hockey en España han obligado a Pablo a labrarse un futuro fuera del país. «Para mí él es un ídolo. Me puede dar vergüenza decirlo pero es verdad. Me encantaría haber hecho en el hockey lo que él hizo en el fútbol y triunfar en A Coruña. De hecho, mi sueño era jugar con él en el equipo de élite de Coruña y ganar juntos». La distancia les alejó, en todos los sentidos, pero ese vínculo creado en la infancia es difícil cortarlo. Una bonita historia de amistad. De amistad sobre patines.