El Deportivo y el Ayuntamiento de La Coruña, mantuvieron el pasado miércoles 25 de noviembre una reunión en el Palacio María Pita, donde, entre otros asuntos, abordaron las obras que se ejecutarán en la cubierta de Riazor, estadio al que cada fin de semana acuden miles de hinchas del Depor, incluso llegados de fuera, que optan por coger un vuelo más hotel con Expedia, y disfrutar de los partidos que el equipo gallego disputa en esta temporada de la Liga BBVA, siendo el sexto en la clasificación, tras un empate ante el FC Barcelona, líder de la tabla.
José Manuel Sande, concejal de cultura, deporte y conocimiento del Ayuntamiento de La Coruña, recibió en dicha reunión a los consejeros del Deportivo, Daniel Ramos y Martín Pita.
Este fue el primer encuentro de la comisión de seguimiento del convenio que tienen suscrito el club de fútbol y el Ayuntamiento de la ciudad, celebrado con el actual Gobierno municipal.
El consistorio coruñés explicó en un comunicado, que en la reunión con los consejeros del equipo de fútbol, se trataron varios asuntos, en los que figuró, el inmediato comienzo de las obras del estadio del Deportivo.
Con el entonces alcalde, Juan Carlos Negreira, en junio del año 214, la Junta de Gobierno del Ayuntamiento coruñés, dió el visto bueno y aprobó el concurso del proyecto de renovación de las cubiertas de Riazor con un presupuesto de 2.9 millones de euros.
La ejecución del proyecto de renovación se establecía en un plazo máximo de dos años, aunque todo iba a depender de la actividad del club y de las condiciones metereológicas, gran obstáculo de las obras.
Las obras pactadas incluían el cambio de 14.000 metros cuadrados de cubierta con más de 15 años sin tocarse, que presenta un importante desgaste y corrosión en varios de sus elementos.
Se cree que el problema y deterioro de las infraestructuras, es a causa de la fuerte humedad de la zona, por la proximidad del campo de fútbol al mar, y por las lluvias, presentes casi todo el año en la ciudad gallega.
Este es un proyecto que ha gustado y contentado a aficionados e hinchas, que esperan que al finalizar las obras, el estadio esté en mejores condiciones, y presente el aspecto que un equipo de primera división merece.