Tenía pensando escribir sobre otros temas en este rincón que me dejan mis compañeros de Riazor.org, pero escuchando la rueda de prensa de Jonás Gutiérrez no puedo evitar emborronar unas líneas sobre este asunto. Como casi todos sabrán, el argentino ha decidido demandar al Newcastle por trato discriminatorio durante la enfermedad que sufrió la pasada temporada.
Poco me importa que legalmente pueda tener o no razón, pero hace muy bien el actual centrocampista del Deportivo en denunciar el trato de los dirigentes del club inglés. Cuenta el propio Jonás que una vez terminada la operación le comunicaron que se buscase equipo. Ni un gesto de humanidad, ni una palabra de ánimo y de aliento, ni una felicitación por pasar con éxito un tratamiento tan duro. “Busca equipo”, le dijeron. Es una autentica vergüenza. Ante todo, somos personas, y las personas merecen un mínimo de respeto.
Lo que le han hecho a Jonás es lo suficientemente grave como para que la afición del Newcastle, de la que tan bien habla el futbolista, pida la salida inmediata de esa gente. No se puede tratar de esa forma a nadie. Hay valores que están por encima de números y estrategias empresariales.
Por eso, que gane o pierda la demanda es lo de menos, pero es necesario denunciar de forma pública el trato que el propio Jonás califica de “discriminatorio”. Incluso estaría bien dar nombres y apellidos. A alguno habría que ponerlo colorado por carecer del más mínimo sentido de la decencia.