Pepe Mansilla, viñetista de Riazor.org, nos cuenta sus experiencias desde Rímini en relación con el Deportivo.
Rímini, septiembre del 2011. La zona playera de esta ciudad turística bañada por el Mar Adriático se comienza a vaciar poco a poco. El verano da sus últimos coletazos y la marabunta de guiris comienza a ser sustituida por Erasmus y becarios de trabajo. Entre ellos, españoles; entre ellos, gallegos; entre ellos, del Dépor, come io.
Entre las muchas cosas que me daba pena dejar atrás aun siendo únicamente tres meses de prácticas –aparte de mis seres queridos, claro- se encontraba el Dépor. En este año crucial, en el que la afición se está volcando más que nunca, da rabia estar lejos de Riazor. Afortunadamente existe el bendito Internet y la distancia se acorta un poco menos, aunque no sea lo mismo ver el derbi en las gradas de Riazor que en una residencia hotelera italiana con cutreconexión de un mega.
Durante las dos primeras semanas en Rímini tuve que acudir a clases de italiano impartidas por un simpático e histriónico profesor, Giulio. Nos preguntó de dónde veníamos. Algunas personas dijeron ‘Vigo’, otra ‘Lugo’ y un par de ‘A Coruña’. “Ooooh! El Deportivo della Corugna, beníssimo!” recordó Giulio. Desde atrás las primeras comentaron “e anche il Celta de Vigo!” a lo que Giulio sólo pudo responder con un “cosa dici?”
Ha pasado ya tiempo de la hazaña blanquiazul en la competición europea, pero los milanistas nunca lo podrán olvidar. Rímini tiene más tifosi del AC Milán que de otros equipos, y aquel partido les recuerda no tanto el rencor por haber perdido de aquella manera si no la admiración por el juego del Deportivo. Y tal vez por otras cosas, porque durante las primeras semanas que pudimos gozar de las playas, un maduro casanova italiano en slip se acercó a una de mis compañeras y al decirle que ella era de Coruña, sus primeras palabras fueron: “¡Oooh, Deportivo, Diego Tristán, il mio grande idolo!”. Si lo es dentro del campo o también fuera, io no lo so’…
Más allá de lo anecdótico y salvando las distancias, Rímini y A Coruña están más conectadas de lo que parece a primera vista. Ciudades costeras en las que actualmente sus equipos de fútbol luchan por retornar a la élite. En el caso del AC Rimini 1912, su historia y trayectoria no son comparables a las del Dépor, pues se encuentra en la Lega Pro luchando por ascender a la segunda categoría del Calcio, la división en la que llegó a estar y que supone su mayor logro. Y lo que son las cosas de la vida, un mismo entrenador pasó por estos dos equipos, Rimini Calcio y Deportivo de la Coruña, dejando su huella: Helenio Herrera. Un hombre querido por los equipos que dirigió y que en la temporada 52/53 consiguió el objetivo de la permanencia del Dépor en Primera División, consumada con una victoria en Balaídos (ahí es nada…). Sus logros en el caso del club italiano no los puedo comentar, superar los conocimientos de Google y Wikipedia se me antoja difícil…
Le pregunto a Beppe Indino, el presentador del programa deportivo de referencia en Emilia Romagna, qué opinión tiene del Dépor. Me comenta que está al tanto de la situación actual del equipo y que piensa que no cuenta con el favor de la afición. Le enseño Riazor.org para demostrarle lo equivocado que se encuentra, las galerías de fotos con el estadio a rebosar, los vídeos de la afición animando como si no hubiese mañana, cómo un equipo mueve a tanta gente a amar sus colores y a dejarse la piel por él. Cómo estamos sufriendo jornada a jornada, alegrándonos de cada victoria, arrancándonos los pelos por cada pequeño resbalón y esperando no escaparnos de los primeros puestos. Todos juntos, como en el agónico final de la temporada pasada. Juntos más que nunca… como siempre, como nadie. Mi dispiace… il Real Rimini è una brava squadra, ma io sono dello Sportivo della Corugna!