El exguardameta del Deportivo comanda desde el banquillo la irrupción del Kitchee FC en la AFC Champions League, segundo equipo de Hong-Kong en lograr históricamente la clasificación para la máxima competición continental en Extremo Oriente.
En esa universidad de la vida que a menudo es el fútbol, el tiempo pasa demasiado rápido y el postpartido transcurre de forma muy lenta. Y ahí radica en parte el origen de un fenómeno relativamente reciente: el constante reciclaje formativo de muchos futbolistas a edades cada vez más tempranas. Sólo así se explica que, por ejemplo, hasta seis jugadores de aquel Deportivo que asaltó las semifinales de Champions ya estén o hayan disfrutado ya de su primera experiencia en los banquillos: Sergio González, Víctor Sánchez del Amo, Diego Tristán, Aldo Duscher, Pablo Amo y José Francisco Molina.
Y curiosamente, los dos últimos han encontrado un nuevo punto de partida al otro lado del planeta. Concretamente en Sidney y Hong-Kong. En el caso de Molina, que llegó a asumir de forma breve el mando del Villarreal en Primera División, su camino le condujo hace casi un año al Kitchee FC, una de las principales escuadras de la Hong Kong First Division League. Allí, el exinternacional valenciano ha dado continuidad a la propuesta de juego lanzada en el año 2009 por Josep Gombau, pionero de una tradición que ha llevado al Kitchee a un total de tres entrenadores españoles en los últimos seis años.
Allí le esperaban caras conocidas como la de Roberto Losada. El exfutbolista gallego llegó a Hong Kong en el año 2010 y ya nunca se fue. De hecho, tras retirarse dos temporadas más tarde, el vigués pasó a formar parte del staff técnico, donde ahora ejerce de ayudante del propio Molina tras haberse convertido en todo un ídolo para la afición del equipo y, además, en uno de sus principales activos publicitarios, un mérito añadido para el ‘Chino’ en una ciudad donde las carreras de caballos son consideradas por una mayoría como el deporte nacional.
Sin embargo, este panorama parece mudar lentamente. Y es que en una megaurbe donde la victoria del Kitchee por 2-1 en un partido amistoso ante el Milan apenas pasó de puntillas en la prensa local allá por el año 2005, la actual participación del conjunto en la fase de grupos de la AFC Champions League -el equivalente a la Liga de Campeones europea en el continente asiático- se vive con particular ilusión. Todavía más, si cabe, después de que el vigente campeón de la competición doméstica tocase la gloria con la punta de los dedos en septiembre de 2014, cuando se quedó a las puertas de la final de la AFC Cup tras ser derrotado por el Erbil iraquí -el mismo donde jugó tiempo atrás el exblanquiazul Iván Carril-.
Y entre los diversos protagonistas de este proyecto destaca para un jugador formado en la cantera del Deportivo: el lateral Dani Cancela. A sus 33 años, el coruñés suma su quinta campaña consecutiva en el Kitchee y, al igual que Losada, ha asentado su vida allí. De hecho, Cancela -licenciado en Derecho y en Periodismo- ejerció recientemente como corresponsal para ABC en la antigua colonia británica durante las protestas del movimiento estudiantil que desencadenaron la popular «revolución de los paraguas» en el pasado mes de noviembre.
Así, a la causa del Kitchee se han ido sumando progresivamente otros clásicos de la Segunda División y Segunda División B española como Juan Belencoso -exjugador de Lugo y Albacete- y Borja Rubiato, pero también Roberto Sambade, que al igual que su hermano José en el Besiktas ocupa el puesto de preparador de porteros en el equipo entrenado por Molina, donde el técnico valenciano llama a la calma ante las expectativas puestas para esta temporada: «El objetivo más importante es ganar el próximo partido que vamos a jugar».