Le falta un mes para cumplir 20 años y no ha hecho más que aterrizar en la elite del fútbol, pero el de Marlos Moreno es ya un nombre que despierta interés y expectación. Lo hace en su país, Colombia, donde se le considera uno de los mayores talentos aparecidos en los últimos años; también en Inglaterra, desde donde el Manchester City seguirá de cerca su evolución tras pagar cerca de 10 millones de euros por su fichaje. Y por supuesto, ilusiona en A Coruña, donde pondrá a prueba su potencial durante la temporada 2016/17.
«Por momentos pensé que iba a ser muy duro, pero estoy tranquilo. Dios sabe qué tiene para uno, debo superar esas cosas rápido y adaptarme», comenta Marlos, que ha vivido unas semanas frenéticas después de coronarse campeón de la Copa Libertadores con Atlético Nacional. Sabe que hay muchas miradas puestas en él, pero piensa que «la responsabilidad se la pone uno mismo, va en uno. La idea mía es tratar de dar lo mejor cuando esté en el terreno de juego y no meterme presión».
El atacante se ha estrenado hoy ante los medios de comunicación en Abegondo, después de debutar ayer con el Deportivo en un amistoso ante el Compostela. Saltó al terreno de juego tras el descanso y enseguida aportó una asistencia, una suerte en la que se declara especialista. «Lo que yo he venido haciendo es asistir y es lo primordial para mí, si sale la oportunidad de hacer goles bienvenida sea», explica, rechazando marcarse una cifra de tantos como objetivo en su primer curso europeo.
Marlos no oculta, en cualquier caso, que el salto futbolístico entre Colombia y España es «exagerado»; pero está seguro de que ha hecho lo correcto recalando en el Dépor. «En mi cabeza lo primero era jugar y se dio la bonita oportunidad de venir aquí. España, una plaza buena, el mejor fútbol del mundo… se vería muy bien llegar al Dépor, pelear un puesto y seguir jugando», ha expuesto, convencido de que no tardará en estar al mismo ritmo que sus compañeros.
Eso sí, participar en el partido de la segunda jornada de Liga Santander, este viernes a las 20:45 ante el Betis, parece precipitado. «Es muy complicado, como jugador quiero jugar todos los partidos. De cabeza diría que estoy bien pero quizá el cuerpo todavía no lo esté«, confiesa. Pero su debut oficial no se hará esperar demasiado. «En el transcurso de los días y las semanas se irá viendo, llevo apenas tres o cuatro días», recuerda, «pero tampoco necesito una pretemporada, vengo de 12 o 13 días de descanso y no necesito tanto tiempo para adaptarme a lo que quiere el profe«.
A ponerse a punto le ayudará el buen ambiente que respira en el vestuario blanquiazul. «Los compañeros me acogieron muy bien, hay alegría en el camerino, se siente amistad y buena hermandad«, asegura. No le preocupa que su nuevo club haya reforzado especialmente el ataque, porque es consciente de que «independientemente del equipo al que vaya siempre habrá competencia. Lo primordial es ponerme a tope para competir para estar para 90 minutos o los que me den».
Además, Moreno cree que sus características encajan en la propuesta de Gaizka Garitano. «El equipo trata de jugar bien el balón, ponerlo al pie y crear espacios. Por ahí sería una pieza fundamental, en lo que pueda ayudar al equipo en la búsqueda de los espacios y el desequilibrio», sostiene, «soy rápido, mi fuerte es el uno contra uno. Serviría mucho al equipo para buscar zonas libres con mi velocidad«. ¿Desde qué demarcación? Aunque tiene experiencia como delantero, mediapunta y extremo derecho, «me siento más cómodo como extremo izquierdo. Lo he venido desarrollando bien y creo que es mi fuerte». Riazor ansía ya disfrutar con sus eléctricas galopadas.