Entre otros muchos temas, en la Junta General de Accionistas del RC Deportivo celebrada ayer jueves se abordó una cuestión que es una auténtica incógnita para la mayoría de aficionados deportivitas: las previsiones para las obras de renovación de las cubiertas de Riazor.
Hace aproximadamente año y medio, en junio de 2014, el Ayuntamiento de A Coruña daba el visto bueno a la reforma de las cubiertas del estadio coruñés. Juan Carlos Negreira, Alcalde por aquel entonces de la ciudad herculina, aprobaba la obra con un presupuesto de casi tres millones de euros y con un plazo máximo de dos años para su ejecución. Sin embargo, a día de hoy dicha reforma ni siquiera ha comenzado y su finalización podría retrasarse hasta 2020.
Rosa Gallego, actual portavoz del Partido Popular en la ciudad de A Coruña acusaba el pasado jueves a Xulio Ferreiro de “someterse” a los intereses de la constructora Dragados al anular la anterior adjudicación. Además, los populares señalaban que “la Marea solo destina 200.000 euros para la reforma”, algo que únicamente valdría para financiar la redacción del nuevo proyecto de obra. Sin embargo, desde el Ayuntamiento respondían señalando que a esa cantidad habría que añadir un millón de euros que “se incorpora del remanente del 2016, por lo que el año que viene habrá 1.200.000€”.
Por todo ello, resultaba inevitable que el tema no saliera a la luz en la Junta de Accionistas que tuvo lugar en la tarde-noche de ayer. Fue Peña Díaz quien se encargó de poner el asunto sobre la mesa, preguntándole a Tino Fernández que “cómo es posible que permita que primero un Gobierno municipal y luego otro, nos tome el pelo y no sea capaz de ejecutar una obra como la de las cubiertas de Riazor, que están en una situación tercermundista”. Además, también recalcó que “mientras, el Celta, con la ayuda de Gobierno y Diputación, está haciendo un estadio nuevo”.
En respuesta a ello, el Presidente del Deportivo reconoció que quizá desde la Directiva “falta contundencia” a la hora de realizar este tipo de peticiones y ahondó aún más en la diferencia existente respecto a otros clubes deportivos de Galicia. “Como deportivista, yo que tengo en mi despacho los documentos del convenio de Vigo, se me cae el alma a los pies. Intentaremos seguir corrigiendo, haciendo ver al que esté que estamos hablando de una obra infinitamente más pequeña. Pero es que la Diputación de Lugo le da 6000.000 euros al Breogán. Aquí parece que al Dépor no se le puede dar nada. Habrá que cambiar de provincia… Estás jorobado, pero será convencerles, argumentar, ir más veces, contarlo de otra manera”, aseguró el dirigente.
Asimismo, Peña Díaz señaló que la importancia de que las reformas en la cubierta de Riazor se lleven a cabo se debe también a una mejora en la seguridad de los aficionados que acuden al estadio. “Corremos peligro, va a pasar algo. Ahora llega el invierno, con este viento y situación va a caer la cubierta y va a pasar algo”, sentenció.
En respuesta a esta afirmación, Tino Fernández no cree que los hinchas deban temer por su integridad cuando ocupan sus localidades en Riazor. “No soy arquitecto, pero entiendo que no habrá peligro. La estructura tiene mala pinta de aspecto, pero no quiere decir que no sea seguro”. Sin embargo, no ocultó que hubo cierta preocupación la noche previa al Dépor-Sevila, en la que un temporal agitó la ciudad coruñesa. “Por nuestra parte hay vigilancia extrema continua, pasamos toda la noche, dejamos gente de seguridad en Riazor, porque el partido era a la 13:00 horas y para ver si pasaba algo. Afortunadamente, no pasó nada y ojalá el tiempo sea un aliado. Pero sí, trasladaremos esa necesidad”, explicó.
Finalmente, el Presidente deportivista refrendó la idea de que estas obras no se concluirán, ni mucho menos, en el corto plazo. “Está claro que el tema de la cubierta va para largo. Si el año que viene contrataran el proyecto, luego la licitación, luego otros meses, más dos años de ejecución… podemos estar hablando, desde hoy, de tres años tranquilamente”, afirmó.