JULIO
Con el ascenso aún reciente y en medio de las negociaciones para los primeros fichajes, el Deportivo sorprendió el martes 8 de julio con la destitución de Fernando Vázquez como consecuencia de unas polémicas declaraciones en el Campus Pablo Insua de Arzúa. Apenas dos días después, Víctor Fernández se ponía al frente de una nave a la que a lo largo del mes se irían sumando hombres como Isaac Cuenca, Lucas Pérez, José Rodríguez o Luis Fariña.
AGOSTO
Pasaban los días y los continuos rumores de fichajes inconclusos empezaban a desesperar a una afición que pasó de la tremenda ilusión por Mitroglou al desquicio porque la temporada empezaba y el Deportivo continuaba sin reforzar ni la delantera ni el centro de la defensa. El día 23, diez después de caer en Pontevedra ante el Celta transmitiendo muy malas sensaciones, la competición arrancó en Granada con una derrota (2-1) y la evidencia de que el de Víctor Fernández era aún un equipo en construcción. Para cerrar el mes, Isaac Cuenca apareció en el descuento ante el Rayo para transformar un penalti que daría al Dépor su primer punto de la temporada (2-2).
SEPTIEMBRE
Después de dos semanas de trabajo y ya con Hélder Postiga, Sidnei, Juanfran y Diakité, que aterrizaron en A Coruña con el cierre del mercado, el Dépor logró su primera victoria en Ipurúa gracias a un solitario gol de Juan Domínguez. Sin embargo, el triunfo no sirvió para sentar las bases para el futuro y es que los de Víctor Fernández llegaron a su primer momento crítico tras una semana aciaga en la que fueron goleados por el Real Madrid (2-8), perdieron el derbi en Vigo (2-1) y cayeron en casa ante un rival directo como el Almería (0-1)
OCTUBRE
Acababa de empezar el curso pero el Deportivo tocó ya fondo en la 7ª jornada en Sevilla con una clara derrota por 4-1 tras un esperpento defensivo. De nuevo con dos semanas de trabajo por el parón de selecciones, Víctor Fernández decidió «mover el árbol» para recibir al Valencia y firmó la mejor actuación de su mandato con Fabricio, Wilk y Lucas Pérez como principales novedades en el once. Pero como en Eibar, la alegría duró poco y octubre se terminó sin más victorias: 0-0 en Cornellá con un Fabricio estelar y derrota en casa ante el Getafe (1-2).
NOVIEMBRE
Solo hubo tres partidos, pero noviembre se convirtió en un mes clave y tremendamente triste en la historia del Deportivo. Tras empatar a cero goles ante Córdoba y Real Sociedad, y en la semana en la que Tino Fernández sacó adelante su primera Junta de Accionistas, los coruñeses viajaron al Vicente Calderón en un fin de semana trágico por el asesinato de Jimmy a manos de miembros del Frente Atlético. La terrible pérdida y, sobre todo, la gestión que se hizo desde la directiva y desde la LFP provocó un profundo malestar en la afición deportivista en general y en Riazor Blues en particular, generando la mayor fractura social que se recuerda en A Coruña.
DICIEMBRE
Bajo un ambiente enrarecido, casi de depresión, y sin los Riazor Blues en la grada, llegó la Copa del Rey y una vez más dejó pocas alegrías: pese a realizar un buen partido, el Dépor no pasó del 1-1 en la ida y terminó siendo goleado en la vuelta (4-1). Entremedias, el Málaga visitó también A Coruña en partido de Liga para llevarse los tres puntos con apenas un par de acercamientos sobre la portería de Fabricio (0-1) y Kameni como protagonista. Fariña, con un derechazo a la escuadra en su único tanto de la temporada, salvó a Víctor Fernández ante el Elche (1-0) en un año que terminó con otra clara derrota en Villarreal (3-0).
ENERO
No mejoró el ambiente con la llegada del 2015, más bien todo lo contrario, pero sí lo hizo la parte deportiva. Por única vez en toda la temporada, el Deportivo logró sumar dos victorias en el mismo mes y además mejoró mucho su juego tras la llegada de Oriol Riera y Celso Borges y la entrada definitiva en el once de Lucas Pérez. 1-0 al Athletic con gol de Cavaleiro, 0-0 en Levante, 0-4 ante el Barça de Messi, 2-2 en casa frente al Granada con tantos de José Rodríguez y Lucas, y 1-2 en Vallecas gracias a un doblete de Borges fueron los resultados de un enero que se cerró con los fichajes de Hélder Costa y Borja López.
FEBRERO
Febrero arrancó bien, con una victoria sobre el Eibar -goles de Lucas y Cavaleiro-, pero fue el mes en el que el rumbo de Víctor Fernández comenzó a torcerse de manera definitiva. Pese a alcanzar el mejor nivel de juego de la temporada, el equipo cayó en su visita al Bernabéu (2-0) y en un derbi en Riazor que dejó muy tocado al equipo en lo anímico (0-2) y del que no logró recuperarse en Almería -0-0 pese a jugar 35 minutos con uno más-. Desde entonces, los blanquiazules comenzaron a abusar del juego largo sobre Oriol Riera y a convertirse en un equipo cada vez más previsible semana tras semana.
MARZO
De nuevo con buen juego, sobre todo con balón, pero asumiendo más riesgos de los necesarios, el Dépor arrancó marzo cayendo en casa ante el Sevilla en un partido absolutamente loco (3-4) y sucumbiendo en Mestalla frente a un Valencia que supo aprovechar un error de Juanfran en un duelo que hasta entonces había estado igualado. El Espanyol en casa parecía el partido ideal para romper la racha de cinco jornadas sin ganar, pero una vez más los blanquiazules pecaron de falta de astucia y acierto en los metros finales y se fueron a un nuevo parón de selecciones con la sensación de que necesitaban cambiar algo para reaccionar.
ABRIL
Pero nada cambió y el Dépor, lejos de recuperarse, firmó dos actuaciones cercanas al bochorno ante Getafe (2-1) y Córdoba (1-1) poniendo fin así a la era Víctor Fernández y dando pie a la llegada de Víctor Sánchez del Amo. Y aunque el madrileño tardó hasta siete jornadas en lograr su primera victoria, ya en el debut de Anoeta se vio una mejora competitiva (2-2 tras ponerse por debajo en dos ocasiones). En el esperado regreso de Víctor a Riazor, el técnico sorprendió apostando por Toché y Oriol Riera como pareja de delanteros para recibir al Atlético, pero la puntería de Griezmann hizo que los puntos volaran hacia Madrid (1-2). Así, el Deportivo viajaría al Mediterráneo pare realizar una miniconcentración y preparar las visitas a La Rosaleada y el Martínez Valero, separadas por solo tres días. Ante el Málaga, los herculinos lograron puntuar gracias al gol de Oriol Riera y a las paradas de Fabricio (1-1), pero frente al Elche firmaron el peor partido en el hasta ahora corto mandato de Sánchez del Amo y cayeron con estrépito (4-0).
MAYO
Así que mayo llegó con la calculadora debajo del brazo, con la tensión desbordada -un grupo de aficionados irrumpió en Abegondo para amenazar a los jugadores- y con los capitanes tomando el mando del equipo. Tras ser suplentes durante prácticamente toda la temporada, Laure y Manuel Pablo se hicieron con la titularidad para aportar mayor seguridad defensiva y, sobre todo, amor propio y experiencia. Ya ante el Villarreal fueron los mejores de un Dépor superior al submarino pero que no pudo pasar del empate (1-1) y en Bilbao volvieron a brillar en una noche en la que Lopo comenzó a convertirse en uno de los héroes de la salvación con un gol en el último suspiro. En la penúltima jornada, la séptima a las órdenes de Víctor, llegó por fin la victoria con un nuevo gol de Lopo y un precioso zurdazo de Juanfran (2-0), pero los resultados de los rivales dejaban al Dépor en una situación límite: iba a necesitar puntuar en el Camp Nou. Y lo consiguió. Cuando ya nadie creía después del doblete de Messi, dos zarpazos de Lucas Pérez y Salomão dijeron que, esta vez sí, el Deportivo iba a alcanzar la ansiada permanencia.
Martín Castiñeira