El Deportivo se agarra a su último hilo de vida tras vencer al Celta en un intenso derbi marcado por el tempranero gol de Riki y la absurda auto expulsión de Iago Aspas (3-1).
Pocas veces Deportivo y Celta han vivido y vivirán un derbi con tantas urgencias. Con los dos cerrando la clasificación, el encuentro llegaba con los de Fernando Vázquez mucho más necesitados: últimos a nueve puntos de la salvación. Quizás por ello, el de Castrofeito apostó por un centro del campo de más toque, con Abel y Juan Domínguez. Por su parte, el Celta, también obligado pero sin el adjetivo de ‘final’, dispuso un once extraño, sin Orellana ni Krohn Delhi entre los titulares.
Como en los últimos cuatro derbis, no hubo que esperar mucho a que llegase el primer gol que cambiase el devenir del encuentro. El Celta no tenía la lección aprendida y Riki volvió a marcar en los primeros diez minutos por tercera vez en los últimos cuatro clásicos. Valerón templó el balón al corazón del área, el madrileño controló con el muslo y sin dejarla caer fusiló a un Varas que solo pudo mirar cómo la pelota se colaba por la escuadra.
El gol sirvió para que el Deportivo se resguardase atrás y cediese la iniciativa al Celta, que sin la velocidad de dos de sus mejores hombres de ataque puso en muy pocos apuros a los coruñeses en toda la primera mitad. Por si fuera poco, a la media hora Iago Aspas volvió a evidenciar que estos partidos le quedan grande o que su cabeza no está preparada para ello. En una jugada sin mayor trascendencia, propinó un cabezazo a Marchena y fue expulsado con roja directa.
El Dépor se volvía a ver como en Getafe, con el resultado favorable y un hombre más sobre el campo con mucho tiempo por delante. Sin embargo, no supo gestionarlo y los vigueses siguieron llevando el peso del choque, aunque sin noticias en el área local. El descanso vino bien a ambos bandos. Por los locales, para aclarar ideas y darse cuenta de que el partido estaba de cara. Por los visitantes, para tratar de diseñar una segunda parte con diez hombres y sin su mejor jugador.
En la segunda parte parecía que se repetía el guion pero pronto los blanquiazules adelantaron líneas en la presión y el Celta dejó de jugar fácil. El 1-0 era escaso y Riki buscó el segundo. Primero falló un mano a mano con toda a favor y luego Varas evitó su gol con una gran mano abajo. Fue el anticipo de una obra de arte que mató el partido, un golazo sublime de Sílvio gracias a un disparo desde 35 metros, con el balón botando, que entró por toda la escuadra. Un gol de esos que solo sale una vez en la vida, pero que cuando sale es para recordar.
El 2-0 fue definitivo para el partido pero no para el marcador. Salomão encaró con maestría a Varas para meter el 3-0 nada más salir al campo, pero en medio de la fiesta Park fusiló desde dentro del área pequeña a Aranzubia para meter algo de emoción a los últimos 10 minutos. Ahora el Dépor se coloca a tres puntos de los vigueses con el golaverage a favor, y a seis del Zaragoza, que visita al Sevilla en esta jornada.
Ficha del encuentro:
Deportivo: Aranzubia; Manuel Pablo, Marchena, Aythami, Sílvio; Abel Aguilar, Juan Domínguez, Bruno Gama, Valerón (Álex Bergantiños, min.85), Pizzi; y Riki (Salomão, min.77).
Celta: Javi Varas; Jonny, Túñez, Demidov, Roberto Lago; Oubiña, Pranjic, Augusto (Krohn-Dehli, min.79), De Lucas (Orellana, min.56), Bermejo (Park, min.69); y Iago Aspas.
Goles: 1-0 Riki, min.9; 2-0 Sílvio, min.64; 3-0 Salomão, min.78; 3-1 Park, min.80.
Árbitro: Velasco Carballo (Colegio Madrileño). Amonestó con tarjeta amarilla a Aythami y Pizzi por el Deportivo y a Túñez, Roberto Lago, Krohn-Dehli y Demidov por parte del Celta. Expulsó con roja directa a Iago Aspas en el minuto 28.
Incidencias: Partido correspondiente a la jornada número 28 del campeonato nacional de Liga disputado en un Estadio de Riazor prácticamente lleno.