Un año más, el Deportivo no ha sido capaz de devolverle a su afición todo lo que esta le aporta. La derrota en el derbi ante el Celta puso fin a los encuentros como local en 2017 con únicamente seis victorias del equipo blanquiazul en su campo. Es totalmente comprensible el hartazgo que muestran los seguidores blanquiazules, más teniendo en cuenta de que no se trata de una mala racha, ya que esta tendencia se viene repitiendo desde 2013.
Porque si medimos las actuaciones del equipo en Riazor en años naturales, el aficionado del Dépor apenas puede llevarse a la boca una victoria al mes. En este que toca a su fin, se logró un triunfo en marzo, este el más importante y sin duda el que más ilusión despertó con la gesta ante el Barça, uno en abril, otro en mayo, dos en septiembre y, el último, ante el Leganés, en este mismo mes de diciembre.
Pepe Mel y Cristóbal han sido los últimos en mostrarse incapaces de reestablecer el estadio herculino como la fortaleza de antaño. Algo en lo que también fracasó Gaizka Garitano. Porque precisamente el mes de diciembre también fue lo que maquilló un 2016 todavía más pobre como local. El equipo llegó con tres victorias: Levante, en el final de la 15-16, Eibar y Sporting, ya en el siguiente curso. La mejora, o más bien el espejismo que produjo la explosión de Babel dejó tres triunfos seguidos en los últimos tres partidos del año. Dos fueron en Liga, ante la Real Sociedad, el mejor partido del año (5-1), y Osasuna, y el otro en Copa para avanzar a la siguiente ronda.
En 2014 el Dépor ascendió ganando sólo cuatro partidos en casa en la segunda vuelta
En 2014 y 2015 se repitió la historia, con el equipo de nuevo incapaz de pasar de los seis triunfos a pesar del empuje de su afición. Ni Víctor Fernández ni Sánchez del Amo lograron enderezar el rumbo, aunque el dato que más llama la atención es el de los inicios de 2014. Todavía en Segunda, el Dépor sólo logró cuatro victorias en la Segunda vuelta, lo que pone en perspectiva lo complicado del segundo ascenso de los últimos años.
Es Fernando Vázquez el que tiene el mejor registro en casa desde 2013 con 8 triunfos. El técnico gallego cogió a un equipo casi descendido y le dio esperanza hasta el final. En parte fue gracias a cuatro victorias consecutivas, dos de ellas en Riazor, aunque al final no pudo evitar el desastre que arreglaría al año siguiente. El último gran año para ver al Dépor como local fue 2012, sobre todo en su paso por Segunda División, cuando con Oltra a los mandos el equipo logró se mostró intratable, llegando a ganar hasta nueve partidos seguidos y cediendo un sólo empate en la segunda vuelta.
La afición continúa acudiendo fiel a Riazor
Pese a todo, y como se pudo comprobar recientemente ante en el mismo derbi, la afición del Dépor sigue respondiendo. Una temporada más, Riazor continúa estando entre los estadios con mejor afluencia de público y ante el Celta registró la mejor entrada de la temporada con 27.877 espectadores.
Aunque es obvio que la presencia del eterno rival tuvo que ver, lo cierto es que la hinchada deportivista sigue acudiendo fiel a cada cita en el campo coruñés, como demuestra la asistencia media de Riazor en lo que va de temporada, casi 21.000 espectadores. Este registro es el noveno mejor de Primera División.