1. Por fin ganó el Deportivo tras cuatro meses sin hacerlo. 118 días sin regalarle una victoria a su afición, circunstancia que explica la situación del conjunto blanquiazul en la tabla clasificatoria. Si no ganas durante tanto tiempo lo normal es estar lejos de tus propios objetivos. Lo hizo contra el colista y lo hizo sufriendo mucho, teniendo que adelantarse en el marcador hasta tres veces y gracias a un gol ganador de Adrián López en el minuto 86, un minuto antes de que el balón se fuese al larguero de Rubén tras cabezazo de En-Nesiry.
2. Reclamaban en comparecencias públicas jugadores y cuerpo técnico poder adelantarse en el marcador de una vez por todas, situación que no se había dado en ninguna ocasión en la era Seedorf. Querían saber qué se sentía ir por delante y poder jugar con la ansiedad del rival. Y sucedió. Pero la imagen posterior no fue para nada positiva. El Dépor, tras el tanto de Lucas, se echó atrás. Abandonaron el fútbol y se dedicaron a defender, quedándose a merced de un Málaga con escasos recursos en la construcción.
3. La segunda parte del Deportivo fue mucho más convincente. El equipo dio un paso adelante y jugó prácticamente en campo contrario los 45 minutos. El resultado pudo ser más abultado de tener la puntería afinada (palo de Guilherme) o a la buena actuación del portero rival (Roberto a Lucas). Después de marcar Adrián el 2-1 hay un gesto muy característico de Lucas Pérez a los centrales y a los hombres defensivos para que eviten echarse atrás. No lo hizo, pero Diego Rolan empató en un despiste y el equipo blanquiazul tuvo que sufrir para ganar.
4. Repitió Clarence Seedorf el dibujo que le había dejado buenas sensaciones en el Wanda Metropolitano, un 4-3-2-1 que obligaba a Muntari y a Guilherme a partir de inicio acostados en la banda pero que liberaba a hombres como Adrián y Emre Çolak.
Retiró Seedorf en el descanso a un desafortunado y tarjeteado Sulley Muntari por Celso Borges. El técnico neerlandés prefirió mover las tres piezas del centro del campo por no tirar al costarricense a su banda no natural, la izquierda. Guilherme se convirtió en el mediocentro posicional y Pedro Mosquera acudió al costado zurdo. Mismo 4-3-2-1.
El Dépor finalizó el partido en un 4-4-2. Se fue del campo un cansado Emre Çolak y entró en su lugar Florin Andone, por lo que Borja Valle y Adrián se convirtieron en extremos, dejando en este caso al delantero rumano junto a Lucas Pérez. «Nos estaban haciendo daño por fuera», dijo Seedorf en rueda de prensa.
5. Lo primero que hizo al marcar el gol -de penalti y en la misma portería en el que había fallado uno hacía pocas semanas- fue juntarse las manos para de esta forma pedir perdón a la afición por la temporada del Dépor y la suya propia. Lucas Pérez sabía, como los más de 17.000 espectadores que se dieron cita en Riazor, que llevaba una vuelta entera sin marcar. Un gesto con el que reconciliar al equipo con la afición. El coruñés realizó un partido de altísimo nivel.
6. El futbolista más determinante fue Adrián López. Quizás no tuvo su mejor encuentro a la hora de asociarse con sus compañeros, tampoco animaba a ello ni la tensión del partido ni las pocas ganas de combinar por dentro de cualquiera de los dos equipos, pero tuvo mucha efectividad de cara a puerta. Falló en el primer aviso tras asistencia de Lucas, aunque no perdonó en las dos siguientes con pases de Mosquera y Borja Valle.
7. No tuvo su mejor partido, pero la incidencia en el juego y el impacto en el resultado lo hacen uno de los grandes protagonistas del encuentro. Emre Çolak participó en todos los goles blanquiazules, lanzando siempre a los atacantes con pases largos. No le quema el balón, a veces ángel, a veces demonio, pero con la capacidad de encender al público de Riazor con sus recortes y sus controles orientados. Futbolista diferente.
8. Le sobrepasó el alto ritmo al que sometieron Deportivo y Málaga al partido. Sulley Muntari apenas compareció durante los primeros 45 minutos y por eso Seedorf tomó la decisión de dejarlo en el vestuario en el descanso. Tocó el balón tan solo 5 veces -80% de precisión- y recibió tarjeta al llegar muy tarde en una acción con un futbolista del Málaga.