1. Nueva derrota del Deportivo en casa, novena y última ya de esta temporada fatídica. En 19 partidos en Riazor, en 19 partidos como local, el Deportivo ha perdido en nueve ocasiones, ha empatado seis y ha ganado tan solo en cuatro ocasiones. Ante el Villarreal las opciones de puntuar se esfumaron en el primer minuto de juego, con una maravilla de Samu Castillejo que puso el 0-1 en el marcador y cuesta arriba el partido para el conjunto que dirige Seedorf. Este Dépor se despidió de su afición de la peor manera: con derrota.
2. El Villarreal fue muy superior al Dépor en la primera parte. Tras el tempranero tanto del ’10’ del conjunto groguet, los de Javi Calleja se limitaron a mover el balón de un lado a otro abriendo espacios en la frágil defensa blanquiazul. Rodri equilibraba en el centro del campo, Trigueros movía los hilos a su lado mientras que los cuatro de arriba ponían el colmillo. Especialmente incisivo Pablo Fornals en el costado izquierdo con dos asistencias y brillante Samu Castillejo en la derecha con dos goles. Enfrente, un Deportivo inconsistente.
3. Ya con todo perdido y con una parte de la afición de Riazor fuera del estadio, reaccionó el Dépor en la segunda mitad. Hizo daño a los amarillos a través de centros laterales, que dificultaron a la defensa rival. Hizo daño al Villarreal a la espalda de los laterales Mario Gaspar y Jaume Costa, casi siempre en campo contrario. Pero sobre todo hizo daño al equipo castellonense a través de Borja Valle. El berciano se destacó como la mejor actuación individual de un jugador del Dépor esta campaña.
4. Sin Emre Çolak entre los once titulares, el Deportivo de Clarence Seedorf volvió a un dibujo inicial en 4-3-2-1, tal y como muestra el gráfico de posiciones medias durante el partido. Lucas Pérez y Adrián López a una misma altura escoltando a Borja Valle, que fue el hombre más adelantado del Dépor. En muchos casos el 4-3-2-1 se convertía en un 4-3-3 por la clara vocación ofensiva de los dos mediapuntas.
5. En esa disposición táctica se le vio sobrepasado a Guilherme dos Santos en esa posición de mediocentro posicional. Y está sobrepasado porque él no es un mediocentro posicional. Es un futbolista al que le cuesta guardar su posición, equilibrar al equipo y lo que es más peligroso: proclive a desconectar. Se desengancha en momentos decisivos que dejan a su equipo vendido. Como sucedió en el tanto de Manu Trigueros; después de que el de Talavera abra a banda a un metro de él, lo suelta para seguir la pelota y el ’14’ remata solo. Sorprende que cada entrenador lo haya elegido para esa posición. En la segunda parte, con la entrada de Pedro Mosquera el equipo se estabilizó porque él sí es mediocentro posicional. Por cierto, Trigueros 77 pases con un 97,4% de acierto; Guilherme 27 pases con un 81,5% de acierto y el primero arriesga más en el pase.
6. El gran protagonista que vestía de blanquiazul fue Borja Valle. Segundo doblete de la temporada del delantero tras el logrado en la vuelta copera frente a la UD Las Palmas. Con humildad, sacrificio y esfuerzo se ha ganado el cariño de la afición deportivista, y parece evidente que ha contado con muchísimos menos minutos de los que ha merecido. Desde el club y desde la hinchada lo ven como pieza clave para el próximo año, pero su futuro está en el aire porque lleva dos temporadas duras. Termina contrato en 2019 y su cláusula este verano será de un millón.
7. Desde el lateral izquierdo, fue Luisinho el jugador del Dépor que más balones tocó (84) en el Deportivo. El portugués estuvo a buen nivel en ataque, como acostumbra, pero tuvo demasiadas lagunas en defensa. Sale en la foto del primer y del tercer gol del Villarreal y en el cuarto ni aparece en la posición en la que tendría que estar. Tanto él como Juanfran sufren en defensa, pero en su descargo hay que decir que el dibujo de tres por dentro no ayuda en absoluto a la gente que juega por fuera.
8. El partido del sábado ante el Villarreal fue el de menor asistencia en Riazor de toda la temporada. 12.885 espectadores cuando la media de la campaña es de unos 20.000. Cifras pobrísimas para un equipo tan grande como el Deportivo y para una afición que pareció hacer caso a las palabras de Clarence Seedorf en la previa del encuentro. «Si uno no está feliz y no tiene la capacidad de venir al estadio de una manera más neutra, que espere un poco para volver. Crear negatividad antes del partido me parece que es algo que no hay que hacer». Pues si eso es lo que prefería el técnico neerlandés, la gente le ha escuchado, aunque bajo mi punto de vista no es lo más adecuado separar al equipo de la gente.