1. La derrota del Deportivo por 1-2 ante el Villarreal estuvo marcada por la actuación arbitral de David Fernández Borbalán. El deportivismo acabó irritado con el colegiado andaluz, que acabó siendo determinante en el resultado. Con 1-1 en el marcador no pitó dos penaltis sobre Arribas y Lucas -el primero clamoroso- y sí lo hizo en el 93′ en uno más liviano que los dos citados. El listón fue diferente para cada equipo.
2. Diferencia de criterio arbitral entre ambos equipos. De esta forma lo definió Víctor Sánchez del Amo en rueda de prensa y creo que es la forma más acertada de calificarlo. Seguramente sea innegable que existe penalti de Fernando Navarro, pero después de no validar como falta otras acciones más groseras parece incomprensible que sí lo haga después con esta acción. Además en el 93′, cuando más puedes enervar a los presentes, como pasó.
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— Tomás Magaña (@tomasmaganha) enero 3, 2016
3. Más allá de la actuación arbitral, el Deportivo volvió a competir a un alto nivel contra uno de los mejores equipos de la categoría. Quizás la primera parte fue más de tanteo entre dos equipos que se respetaban y se vio emborronada con un despiste tremendo en el gol visitante, pero en la segunda mitad el conjunto blanquiazul asumió la iniciativa y se volcó sobre la portería de Areola buscando la victoria. Con determinación y con mucho fútbol. La derrota es, a todas luces, inmerecida.
4. Ese Dépor ultramotivado de las segundas mitades es el que quiero yo ver más a menudo, el que está empezando a acostumbrar a su afición con remontadas esta temporada. El que apreciamos contra los equipos más potentes de la categoría en territorio propio o ajeno. Al Athletic Club remontando un 0-2 y al Atlético de Madrid un 0-1 en Riazor; al Barcelona un 2-0 en el Camp Nou. Cuando a este equipo le sale la raza, despega.
5. El Villarreal sabía perfectamente que se iba a encontrar a un Dépor muy preparado y bien entrenado, respeto que se han ganado en esta primera vuelta Víctor Sánchez y sus pupilos. Por eso Marcelino priorizó la solidez y por eso los jugadores amarillos arriesgaron muy poco por dentro. Sabedores todos de que el Dépor se puede aprovechar del mínimo resquicio para hacer gol. Ante la duda, balón arriba, que tanto Soldado como Bakambu saben buscarse la vida solos. De hecho, las ocasiones más pronunciadas del partido vinieron precedidas de errores en la salida y robos en posiciones adelantadas.
6. La derrota ante el Villarreal frena una racha de ocho partidos consecutivos del Dépor sin perder en la Liga BBVA -y de diez si contamos también los partidos de Copa del Rey ante la UE Llagostera-. El conjunto de Víctor Sánchez no sabía lo que era perder desde el 26 de octubre del 2015, desde que hace más de dos meses cayó contra el Málaga en La Rosaleda. Una cifra que probablemente no se veía en A Coruña desde la mejor época de Miguel Ángel Lotina -la de la defensa de cinco-.
7. Una de las buenas noticias para Víctor fue ver de nuevo una buena asociación entre Luis Alberto y Lucas Pérez en la punta del ataque. Como contra el Getafe, formaron como la pareja de delanteros y esta vez sí volvieron a encontrarse. En esta ocasión fue el coruñés el que asistió al gaditano para que este marcase su tercer gol de la temporada. Sus combinaciones en ataque fueron lo más destacado del Dépor en el inicio de Liga.
8. Cerré el minuto a minuto del partido comentando que «se nos ha quedado cara de tontos». Escuché luego a Luis Alberto decir lo mismo. Son esos encuentros en los que el Deportivo no ha sido peor que el rival, ha sido además el que más ha arriesgado en los últimos minutos, el que no se ha conformado con el empate y que al final ha salido perdiendo. Injusto o inmerecido, llamémosle como queramos, pero un punto voló de A Coruña sin que el otro rival hiciese méritos suficientes para ello.