1. Derrota de mucho calado la que sufrió el Deportivo ante el Espanyol en Cornellá El Prat. De esas derrotas que duelen y que agudizan el estado de riesgo en el que se encuentra el equipo blanquiazul. Volver a perder recibiendo tantísimos goles, delatando síntomas de impotencia y ansiedad desde el minuto 10 de partido, sin un plan de juego claro y cometiendo errores individuales graves señalan a un Deportivo en crisis. Y no solo crisis de juego, sino crisis de identidad.
2. Con 0-2 en el marcador y con un rival que cedía la iniciativa, el Dépor dejó 30-40 minutos de muy buen fútbol. Pero como contra la Real Sociedad fueron insuficientes para al menos sumar un punto. Otra de las constantes de este Deportivo es la falta de regularidad en su juego. Es capaz de combinar 20 minutos buenos, generando ocasiones de gol y jugando en campo contrario, con 20 minutos malos, con los futbolistas desconectados y sin saber cómo frenar el desempeño del contrincante. Un equipo que va a ráfagas.
3. Y si hablamos de la regularidad del juego, hay otra característica de la que carece el equipo de Pepe Mel y es el equilibrio. En estas primeras jornadas no se está mostrando el Dépor como un equipo equilibrado, que trabaje con cierta armonía. Ni en ataque ni en defensa lo hacen como grupo, no hay un jugador que una lo ofensivo con lo defensivo, se conceden demasiados contraataques peligrosos, no es sólido en los centros laterales… Resultado: el equipo más goleado de LaLiga.
4. También preocupante la imagen del equipo tras el gol de penalti de Gerard Moreno que suponía el 3-1 en el marcador. El equipo bajó los brazos con 20 minutos de juego por delante y el Espanyol pudo hacer más sangre de la que ya hizo, pero no tuvo mucha efectividad en el último cuarto. Tres oportunidades claras tuvo el conjunto local para marcar a partir del minuto 72 hasta que de nuevo Gerard Moreno puso la puntilla con el 4-1 en el 90′.
5. Tras la victoria frente al Alavés por 1-0 en el estadio de Riazor el pasado miércoles, Pepe Mel decidió darle una vuelta más a su equipo. De un 4-4-2 pasó a un 4-2-3-1 con Emre Çolak en detrimento de Andone y ubicando al turco en la mediapunta por detrás de Lucas Pérez. Valverde volvería a estar acostado en la izquierda aunque esta vez unos metros por delante de donde había estado en Riazor ante el conjunto vitoriano, misma posición que Cartabia en el otro ala.
Al inicio de la segunda parte Pepe Mel mueve los nombres pero no el dibujo. Pasa a Çolak a la banda izquierda -con tendencia para irse dentro-, a Valverde le da el timón en el centro junto a Guilherme mientras que a Celso Borges le da más libertad ofensiva para descolgarse. El plan le sale bien: gol del tico llegando.
Vuelve a cambiar el plan Pepe Mel con la entrada de Florin Andone por Guilherme en el minuto 69. Pasa a un 4-4-2 con Borges como mediocentro posicional, con Valverde o Çolak -en ocasiones intercambiándose- a su lado. Arriba los dos delanteros y Fede Cartabia. El Dépor pierde el control y el partido.
6. Otro de los movimientos que pudimos ver durante el partido fue el cambio de lado de los centrales mediada la primera parte. Los cuatro zagueros de la plantilla son diestros y solo Sidnei está habituado a jugar en el costado zurdo. En las tres primeras jornadas jugó el brasileño en la izquierda y Schär en la derecha. En la cuarta y quinta lo hizo el suizo en la izquierda y Arribas en la derecha, tal y como empezó la sexta contra el Espanyol. Eso sí, tras los dos primeros goles pericos, el helvético se situó al lado de Juanfran y Arribas lo hizo junto a Luisinho.
7. Como se ha venido repitiendo en las primeras jornadas, el Deportivo está cometiendo errores individuales grandes que cuestan puntos. En Cornellá esos fallos se multiplicaron. El gol en propia o el torpe penalti de Alejandro Arribas y la infructuosa cesión de Pantilimon a Sergio García son las más destacadas del encuentro, pero también falló Schär en una acción que pudo costar un gol o Guilherme, que no pudo anotar a escaso un metro de la portería de Pau López.
8. En tierras coruñesas, el regusto que deja la derrota es que el sábado contra el Getafe este Dépor de Pepe Mel tiene su última bala. Parece más evidente esta final para el entrenador madrileño que la que tuvo hace pocos días en Riazor contra el Alavés. La presión se ha instalado ya en el Deportivo.