El gol pasa a ser una de las prioridades en la lista de la compra de Carmelo del Pozo. La salida de Carlos Fernández y la inminente venta de Quique González, que partirá hacia Ipurua como ya ha hecho Edu Expósito, dejan al Deportivo sin buena parte de su producción ofensiva. El segoviano tendrá que tirar de olfato otra vez en el mercado para encontrar varios delanteros de garantías, algo que está siendo una tónica habitual en los últimos años en Segunda.
Los mejores goleadores rara vez continúan en la categoría de plata, por lo que todos los clubes se ven obligados a hacer apuestas en arietes con potencial, pero que no siempre son matadores contrastados. El propio Quique, que sí había registrado buenas cifras en el Almería, venía de marcar únicamente cuatro tantos en Osasuna pese a jugar todos los partidos de Liga.
Pero es que si miramos a la clasificación de máximos artilleros de esta temporada, el único en el Top 5 con pedigrí es Rubén Castro. El canario anotó 15 goles para añadir otra productiva campaña a nivel individual a su palmarés. El pichichi, Álvaro Giménez, marcó 20 con el Almería, uno más de los que había hecho sumando todos los tantos de su carrera. Y tiene 28 años. Similar es el caso de Juan Muñoz, que había firmado 10 dianas en sus tres campañas en Segunda División hasta hacer 14 con la camiseta del Alcorcón.
La explosión más llamativa fue el de Enric Gallego, que ya superando la treintena debutó en el fútbol profesional con un ascenso meteórico. Marcó 15 goles en media temporada y dio el salto a Primera, donde también rindió y ha conseguido consolidarse firmando por el Getafe. Trayectoria comparable a la de Borja Iglesias, aunque en su caso más joven, con 22 tantos en su año de estreno en Segunda. Jaime Mata o Sergi Guardiola, otros dos puntas de élite en la 2017-18, también aparecieron de la nada para convertirse en delanteros letales.