La figura de Macario Bravo nunca ha salido tanto en los periódicos como la de los jugadores, el entrenador o el resto de componentes del primer equipo, aunque por momentos se merezca como mínimo una mención. El psicólogo, al servicio del Deportivo desde hace casi diez años, dejará de serlo tras los cambios en el organigrama llevados a cabo por el club. Atrás queda su labor con el primer equipo, pero sobre todo con las categorías inferiores y el fútbol base.
Años de trabajo en la sombra, sin apenas reconocimiento, pero también gozando de ciertos momentos de protagonismo. En el ascenso de 2014, sin ir más lejos, cuando Fernando Vázquez quiso dedicarle el logro antes de finalizar la rueda de prensa post partido. «Se me permitides un tema, especialmente queríalle dedicar o ascenso a unha persoa que é un axudante meu, que creo que na súa situación persoal foi motivante, que me empuxou sempre a pesar de tódalas dificultades que está pasando, e tamén a o equipo. Ese é Macario«.