Cuando el pasado mes de agosto se hizo oficial el regreso de Adrián López al Deportivo fueron muchos los que mostraron cierta disconformidad con su incorporación, y no menos los que expresaron sus dudas de cara a que el asturiano fuese capaz de aportar el plus necesario al ataque blanquiazul. Unos meses más tarde poco o nada queda de aquellas reticencias. Su capacidad goleadora ha quedado más que contrastada y el deportivismo ya ve en él a una de las figuras clave de cara a lograr la permanencia en la Liga Santander.
Ante el Levante Adrián anotó el quinto gol en lo que va de curso y pasó a ser el segundo máximo artillero del equipo. A ello hay que añadir tres asistencias. Pero más allá de la cifra en sí existe un dato que pone de manifiesto la importancia del asturiano y es que todos sus goles han servido para inaugurar el marcador del Deportivo. Su estreno como titular trajo consigo también su estreno como goleador y supuso el comienzo a esta peculiar racha. El rival en cuestión fue el mismo al que se enfrentará este viernes, la Real Sociedad. Ese tanto metía de nuevo en el partido a los blanquiazules, que incluso llegaron a igualar la contienda tras una asistencia del asturiano a Florin Andone, pero acabaron cayendo derrotados.
Una lesión muscular y un problema posterior en el hombro frenaron en seco su prometedor arranque y le mantuvieron alejado de los terrenos de juego durante algo más de dos meses, pero su reaparición resultó un calco de su estreno aunque con un mejor final. El de San Martín de Teverga estableció el 1-1 provisional y asistió a Schär para que el suizo estableciese el empate definitivo ante el Athletic de Bilbao. Su siguiente víctima sería el Leganés y también en Riazor. Ese día Adrián anotó el único tanto del partido, certificando así la que hasta día de hoy es la última victoria del Deportivo.
Su primer gol a domicilio llegó en un estadio tan emblemático como el Bernabéu. El asturiano alimentó las esperanzas de dar la sorpresa ante el vigente campeón de Liga y Champions al poner por delante a su equipo, una alegría que resultó efímera ya que el encuentro terminaría con una abultada y dolorosa derrota. El último gol del atacante blanquiazul tuvo lugar el pasado sábado contra el Levante y, como no podía ser de otra manera, también fue el que abrió la cuenta para los de Cristóbal. En total cinco goles y otros tantos encuentros que han servido para confirmar a Adrián como el auténtico abrelatas del Deportivo.