Riazor.org quiso entrevistar en una conversación a dos bandas a Óscar y Adrián Martínez, hermanos y futbolistas de Laracha y Fabril respectivamente que se verán las caras este fin de semana, un duelo al que el conjunto de Manuel Mosquera acude como undécimo clasificado, con 18 puntos.
Vuelve el Fabril-Laracha. Vuelve uno de los clásicos de la Tercera División gallega y, con él, un vis a vis que se ha convertido recientemente en habitual entre dos hermanos criados en la cantera del Deportivo de La Coruña. Oriundos del barrio coruñés de Monte Alto, Óscar y Adrián Martínez lideran al conjunto bergantiñán y al filial herculino en pos de dos objetivos bien distintos que confluirán este sábado en Abegondo (17:00 horas) en busca de los tres puntos.
Del Orillamar a convertirse en dos clásicos del grupo I de Tercera División. ¿Cómo fue la trayectoria de los hermanos Martínez Rodríguez hasta su llegada al cuarto escalón del fútbol nacional?
Ó- Sí, toda mi etapa de fútbol base la pasé en el Orillamar intercalando un año en el Calasanz. Luego llegué al Mundo del Fútbol en mis tres años de juvenil. Fueron muy bonitos, en los que disfruté del fútbol al máximo, más que nada porque rindes y estás a un nivel muy alto. Jugamos contra futbolistas como Canales, Iván Bolado, José Ángel… Todos muy buenos. Luego volví un año al Orillamar en Primera Regional y, más tarde, se me dio la oportunidad de jugar en el Cerceda por medio de un convenio que tenían con ellos. Tenía opciones de otros equipos sin hacer las pruebas, pero al final tocó ir al Cerceda y muy contento de haber elegido esa opción. Me dieron la oportunidad de estar a este nivel.
A- Yo casi ni me acuerdo [risas]. Jugué muy pocos años en el Orillamar. Creo que tres. Desde el año de Brunete, que se formó mi categoría, y hasta aquí. Cumplí todas las etapas. Es mi cuarto año con el Fabril, y muy contento.
Ahora, con 22 y 25 años respectivamente, lideráis dos equipos, a priori, con objetivos distintos. ¿Cuál es la meta de Fabril y Laracha en esta temporada?
Ó- La del Laracha es mantener la categoría. Ahora estamos pasando apuros. Ya lo sabíamos, es una liga muy competitiva. Si pierdes dos partidos te metes abajo, como le pasó al Barbadás, por ejemplo; si los ganas, te metes en la mitad de la tabla. Venimos de una victoria y el Laracha quiere ir hacia arriba para no pasar apuros en febrero, marzo o abril.
A- La nuestra es ir mejorando poco a poco e intentar, como mínimo, llegar al play-off y de ahí, intentar ascender. No empezamos muy bien en resultados, porque en juego algunos partidos no los hicimos bien, pero otros bastante mejor y tampoco recibimos la recompensa de la victoria. A poco que pasen los partidos vamos a ir a mejor y creo que en play-off entramos seguro. Ascender, esperemos que sí, pero ya veremos.
Apenas nueve puntos separan al Arosa -cuarto de la categoría- del Silva, situado en la decimoséptima posición. ¿Nos encontramos ante una de las Terceras más igualadas de los últimos años?
Ó- Sí, creo que sí. Le doy importancia a la manera de jugar que tienen los equipos. Casi todos juegan un fútbol bastante directo, con mucha intensidad, y cuando se enfrentan dos equipos así es una lucha de mucho trabajo y poco virtuosismo. Poco vistoso para el fútbol. Esos partidos siempre van a dar resultados de 1-0, 0-1, 1-1… Siempre va a estar todo muy igualado.
A- Opino lo mismo. En la primera parte de la liga todos los equipos intentan sacar lo mejor de sí y todos los puntos posibles. Como dijo mi hermano antes, poder tener antes de Navidad casi todo hecho para salvarse. Eso después se va compensando, y algunos equipos van hacia arriba o hacia abajo.
Jóvenes, pero con bagaje y muy polivalentes. ¿Es sencillo convertirse en el comodín de los entrenadores?
A- Me intento adecuar a lo que me manda el entrenador. Este año, por ejemplo, jugué los primeros partidos de mediocentro; después jugué de lateral izquierdo y ahora de lateral derecho. Mientras lo pueda hacer bien y el entrenador quiera ponerme, a mí no me importa. Donde me sienta cómodo y pueda ayudar al equipo, no tengo ningún problema.
Ó- A mi hermano si lo pones en el banderín de córner y le dices que no se mueva, lo hace [risas]. Lo puedes poner en cualquier parte. A mí me da igual dónde jugar, la verdad. Mientras pueda tener el balón cerca, en todas las posiciones de ataque. Incluso me gustaría empezar a jugar de mediocentro un poco.
¿Qué les está faltando a Fabril y Laracha para poder escalar puestos en la clasificación?
A- Nos está faltando acertar de cara a puerta. Por ejemplo, en Boiro pudimos ganar dos, pero ante el Areas empatamos en casa y pudimos meter seis o siete goles. Principalmente nos falta gol.
Ó- A nosotros nos falta más balón. Nos basamos más en el rigor táctico, mucha intensidad, mucha lucha, mucha garra. La mayoría de equipos de Tercera hacen eso. El otro día remontamos el partido contra el Ribadeo porque tuvimos veinte minutos de esplendor -por decirlo así- y bajar la pelota. Hacíamos buenas jugadas y es lo que nos está faltando, quererla más.
Al Fabril le costó arrancar en Abegondo y al Laracha hacerlo lejos del Municipal. ¿Hay margen de mejora?
Ó- En Laracha sabemos que nos tenemos que hacer fuertes en casa. El campo nos ayuda mucho y por ahí pasa la mitad de la permanencia. Más de la mitad.
A- A nosotros nos costó muchísimo arrancar. Los primeros partidos parecía que nos temblaban las piernas, pero desde hace un par de encuentros creo que mejoramos en casa. En Abegondo tenemos que hacer tres puntos sí o sí, que es fundamental para llegar a los puestos de arriba.
¿Cómo afrontan los dos equipos el duelo de este fin de semana?
Ó- Si podemos ganar, mejor. Si no, intentar sacar un punto al menos. Queremos seguir puntuando, porque después de los tres o cuatro primeros partidos de Liga no volvimos a tener una racha así.
A- Nosotros a por los tres puntos, a tope, además. Jugamos en casa. A jugar bien, a sacar tres puntos y a seguir sumando. Y así cada fin de semana.
Será la quinta cita de ambos vistiendo la camiseta de conjuntos rivales. ¿Ya hay conocimiento mutuo de los movimientos de cada uno?
A- Lo tengo muy visto ya [risas]. Aún así, nunca sabes por donde va a salir cada jugador. Depende de lo que se le ocurra al otro en cada momento. Normalmente, el que tiene el balón tiene ventaja porque sabe lo que quiere hacer, en teoría. Yo tendría que adivinar supuestamente por dónde va a ir, pero sí, lo conozco bastante.
Ó- Yo también. Hay conocimiento, pero opino lo mismo. Si yo tengo el balón él va a estar más retraído al no saber si haré un regate u otra cosa.
En ambos conjuntos estamos asistiendo a la consolidación de jugadores jóvenes como Róber y Roberto Rodríguez, así como a la irrupción de otros como Pancho o Ángel.
A- Sí, es bueno que empiecen a darle confianza a los jóvenes. Un filial lo que tiene que hacer es sacar jugadores para el primer equipo. En ese sentido se está dando más confianza que otros años. Ángel y Pancho lo están haciendo bien y Róber en su línea, como siempre. Para mí, es de los mejores centrales que hay aquí.
Ó- Roberto es un chaval que me encanta. Es un mediocentro que juega muy bien al fútbol, pero que en nuestro equipo, por circunstancias o condiciones, está jugando de central. Nos da muchísimo, porque sabe jugar muy bien el balón. Defiende bien, corta bien los pases, es muy disciplinado y aparte tiene esa capacidad de sacar el balón, de hacer conducciones y regates en algunos momentos. Estamos muy contentos en Laracha con él.
¿Qué jugador podría ser clave a la hora de decantar la balanza en el partido?
A- Para mí un jugador no puede decantar un partido. No creo que un futbolista pueda decidir un encuentro porque depende del equipo. Por muchas individualidades que tengas, si no juegas en equipo no vas a ganar un partido. Creo que es así.
Ó- Yo creo que la clave va a estar en la segunda parte. En los mediapuntas de cada equipo. En lo que puedan hacer ellos. Si el partido está muy igualado, si ellos sacan a Kim te pueden revolucionar el encuentro. Y si nosotros sacamos a Mon -en caso de que salga desde el banquillo- te puede dar un plus al equipo. Los jugadores clave para decidir partidos así son los mediapuntas.
¿Puede facilitar Dani Bea ese plus en ataque que estaba faltando al conjunto bergantiñán?
Ó- Dani Bea, para mí, que coincidí con él estando en el Deportivo, era el mejor jugador gallego de la generación del 89. Le trataron muy mal las lesiones. Esta semana le comenté «estás volviendo, Dani», y nos dio la victoria contra el Ribadeo con dos golazos, uno de vaselina y otro de tacón.
Como futbolistas formados en la cantera deportivista, ¿cuál es vuestra impresión respecto a la situación actual del conjunto herculino en Primera División?
A- Era de esperar, más o menos. Entre todo el tema que se formó con la Ley Concursal se hizo un equipo, y ahora hay que darle confianza. Desde fuera, yo no les noto que estén con mucha confianza, y eso afecta muchísimo a la hora de jugar. También es verdad que yo creo que tienen equipo de sobra para estar en mitad de tabla, y confío en que acabe ahí. Con el paso de las jornadas, creo que van a ir a más.
Ó- Estamos siendo el equipo ascensor que éramos hace años. No nos queda más que sufrir, la situación económica del club no te permite hacer grandes cosas, y se han traído buenos jugadores para la que hay ahora. Eso sí, no se ven con confianza y hay mucho runrún. La gente de A Coruña piensa que somos algo parecido al Barcelona. Esto es el Deportivo de La Coruña y somos un equipo que está subiendo, bajando y que no tiene dinero para quedar de buenas a primeras en la sexta plaza e ir a Europa League. No puede ser, toca sufrir. Es hora de asentar unos doce o trece jugadores que sean casi fijos para crear una base y empujar a los demás a trabajar y ganarse el puesto posteriormente.