Un empate y cuatro derrotas en 5 jornadas de liga. Así ha sido el inicio de temporada de un Fabril que aún no sabe lo que es ganar. Tras un curso 2017/18 con las expectativas más que superadas, el filial deportivista intenta ahora dejar atrás un bache que lo ha llevado hasta los puestos de descenso. Una mera curiosidad, a estas alturas, que sirve para explicar cómo se le están atragantando las primeras jornadas a los de Tito Ramallo.
Los coruñeses iniciaron la temporada con un empate en Boadilla del Monte ante el Internacional (2-2). Aquel día, el tanto de la igualada local llegó en el último minuto. Una semana más tarde, ante el Celta B, el filial cayó derrotado en Abegondo (0-1). El único tanto del derbi llegó de un fallo individual. Y ante Fuenlabrada, Ponferradina y Burgos, el Fabril tampoco fue capaz de mudar su suerte. Tres derrotas más por la mínima que hundieron en la tabla a una plantilla en pleno proceso de asimilación.
Como suele suceder cada vez que un equipo completa un gran curso, el Fabril 2018/19 sufrió una profunda remodelación. A los miembros del año anterior le llegaron ofertas importantes en verano. Y algunos como Borja Galán decidieron agarrarse a ellas y apostar por jugar en Segunda. El madrileño fichó por el Alcorcón. Y aunque otros excompañeros suyos como Diego Caballo o Edu Expósito sí permanecieron en A Coruña, lo hicieron para tener ficha del primer equipo. Los tres tuvieron un papel decisivo el curso pasado en los esquemas de Cristóbal Parralo, primero, y Gustavo Munúa, más tarde. Y los tres supusieron bajas sensibles para este nuevo filial.
No fueron los únicos. Nombres como los de Álvaro Queijeiro o Francis Uzoho también abandonaron el segundo equipo deportivista. Y con ello tuvo que congeniar la secretaría deportiva a la hora de confeccionar la plantilla. La receta a seguir fue fácil: subir varios chicos de las categorías inferiores, echar mano, siempre que sea necesario, del Laracha y fichar fuera. Además del uruguayo Guillermo May o del valenciano Víctor García, quien ya debutó con el primer equipo, a última hora, el filial firmó también a Juanje y Jonathan Montiel, dos futbolistas desequilibrantes para la categoría. Todos ellos, al igual que Bicho o Carlos López, lesionados en la pretemporada, deben ser quienes reconduzcan el mal momento del Fabril. Un Fabril que necesita tiempo y puntos.