Álex Bergantiños cuenta los minutos para despedirse del Deportivo y emprender una nueva aventura. Una que comenzará a 285 kilómetros del Estadio de Riazor, distancia que separa el feudo herculino de El Molinón. El coruñés se marchará cedido al Sporting de Gijón con el objetivo de llevar al equipo de regreso a la Primera División y añadir un nuevo ascenso a su carrera.
Hablar de Álex Bergantiños es hacerlo de un jugador de equipo. De esos que siempre son necesarios en el vestuario y que además lo dan absolutamente todo en el campo cuando tienen la más mínima oportunidad. Un futbolista que cuando no tuvo minutos, se limitó a esperar su oportunidad. Así fue como la pasada temporada el destino lo premió con otro gol más a su equipo talismán, el Barcelona. Justamente un equipo que respirará al saber que el próximo curso el ‘4’ bregará en la Segunda División.
Y es que justamente eso es algo que define a Álex Bergantiños, la brega. No solo en su juego, en la vida en general. Criado en la cantera del Deportivo, probó suerte como cedido en el Xerez. Primero en la temporada 08/09 en Segunda División, y tras conseguir el ascenso en la siguiente. Una nueva cesión, corta, al Granada, para esa misma temporada recalar a préstamo en el Nástic de Tarragona. Todo forma parte de un pasado necesario que formó a un futbolista que soñaba con triunfar en Riazor.
El descenso del Deportivo en la 11/12 propició el regreso de un Álex Bergantiños que se convirtió en una de las claves del equipo, consiguiendo otro ascenso más en su carrera -y el récord de minutos de la plantilla, 3.496-. A partir de ahí, y en las próximas temporadas, se volvería imprescindible. Contó con menos oportunidades en la 15/16, pero como le suele pasar, supo esperar su oportunidad para sumar un buen número de minutos a final de curso.
Como bien dijo allá por 2015 nuestro compañero Dani Méndez, «parche, comodín, multiusos… o los múltiples servicios de Álex Bergantiños a sus colores». El Sporting de Gijón de Paco Herrera se lleva una ‘navaja suiza’ para completar su plantilla. Un futbolista curtido en mil batallas, que ha sabido esperar su oportunidad en toda su carrera y que ahora espera disfrutar de los minutos que no ha tenido las últimas temporadas.