El canterano explicó en rueda de prensa que, a pesar del pobre balance ofensivo del Deportivo, “no por intentar atacar más tenemos que descuidarnos” en defensa.
Las palabras de Fernando Vázquez en la rueda de prensa de ayer no sentaron mal en el seno de la plantilla del Deportivo de La Coruña. Es más, como comentó hoy Álex Bergantiños ante los medios de comunicación, “de vez en cuando viene bien un toque a la plantilla públicamente para que se reactiven las alertas”. Sin embargo, el exfabrilista sí que discrepó tras ser cuestionado acerca de un hipotético cambio importante en la estrategia del equipo para dejar atrás el pobre balance ofensivo. “Tenemos otras virtudes que hay que seguir manteniendo. No por intentar atacar más tenemos que descuidarnos y que se convierta en un partido de ida y vuelta que nos perjudique defensivamente”, analizó desde El Mundo del Fútbol.
El exjugador del Granada, que en lo que va de curso futbolístico ha reconvertido su posición a central por petición expresa del técnico de Castrofeito, quiso zanjar todo debate sobre cuáles eran sus preferencias sobre un terreno de juego. “Por mis características, creo que soy mejor en el centro del campo porque llevo jugando ahí mucho tiempo. Igual atrás, por no ser lo habitual, estoy más concentrado y protegido para defender, pero donde el entrenador diga que tenga que jugar, jugaré”, concluyó en Abegondo.
Para avivar el debate, las molestias que arrastra el polaco Cezary Wilk podrían ocasionar que el preparador deportivista alinease contra el Castilla a Bergantiños en el centro del campo y a Carlos Marchena en el eje de la zaga, una noticia que no desagradó en absoluto al jugador gallego. “Nadie tiene el puesto garantizado, pero estoy seguro de que Carlos (Marchena), por sus cualidades, va a acabar jugando. Tuvo una pretemporada diferente a los demás y le faltó un poco de ritmo al principio, pero seguro que va a aportar mucho al equipo en lo que resta de Liga”.
Sobre el que será el próximo rival coruñés, Bergantiños desveló no fiarse lo más mínimo de la mala posición que ocupa el combinado merengue en la Liga Adelante. “Los filiales son muy imprevisibles e incómodos porque nunca sabes qué cara van a mostrar. Creo que se merecen más puntos de los que tienen y están pagando un poco toda esa juventud y algún error puntual en defensa”, explicó justo antes de argumentar que, tanto él como sus compañeros, deben “aprovechar esa inexperiencia que tienen” para conseguir los tres puntos en Riazor.