El paso de las horas no ha provocado que la sensación de incredulidad desaparezca en los jugadores del Deportivo tras la expulsión de Quique González. Tampoco en Álex Bergantiños: «La primera frase que me salió en el campo fue que era la primera vez que veía una roja directa por intentar una chilena. El árbitro comentaba que no podía permitir una patada así, es su interpretación. No se suele ver, es igual que cuando un portero despeja de puños disputando un balón. No se ven expulsiones. Creo que se asustó demasiado porque el pie iba alto, pero en ningún momento Quique ve al rival. Es una disputa noble«.
El coruñés va más allá y asegura que ni siquiera los jugadores del Málaga reclamaban la expulsión: «Para todos los jugadores en el campo era una amarilla. No me dio la sensación de que ellos pedían la roja. Simplemente reclamaban tarjeta e iban a interesarse por su compañero. Nos sorprendió a todos, los jugadores entendemos que es amarilla porque es juego peligroso y puede hacerle daño, pero de ahí a roja directa… nos pareció excesivo a todos. Obviamente cuando vieron la expulsión la defendían, en su caso yo habría hecho lo mismo».
Bergantiños espera ahora que la lógica se imponga a lo largo de la semana y se atienda el recurso que prepara el Dépor para que Quique juegue ante el Elche: «Por desgracia, los comités se ciñen al acta. Ojalá reflexionen y entiendan que ha sido una acción de disputa intentando disparar, que le quiten el castigo. No ha sido ninguna agresión, no se puede entender más allá y que haya más sanción. Dependerá de cómo lo interprete el comité».
Bergantiños: «Habíamos hecho méritos para ganar»
A la espera de saber qué consecuencias trae la roja en el futuro inmediato, Álex Bergantiños se lamenta de lo que pudo ser ante el Málaga: «El sabor es agridulce. Teníamos ganas de ganar y acercarnos en la tabla. En global estuvimos más cerca nosotros, habíamos hecho méritos para ganar y el trabajo del equipo fue positivo. Empatamos, pero después de ir perdiendo y aguantar con 10 es positivo«.
Asegura que la imagen del equipo ante los grandes de la categoría debe aumentar la confianza, pero ni mucho menos traer relajación: «Creo que hemos sido superiores a los tres (Sporting, Granada y Málaga). Siempre nos hemos impuesto y se jugó a lo que queríamos. Recibimos pocas ocasiones y tuvimos el control en todo momento. Estamos satisfechos, pero hay que tener en cuenta que igual vienen rivales de abajo y nos complican de otra manera. No se trata de mirar tanto a los equipos y sí lo que hacemos nosotros. La categoría es muy igualada y todos pueden hacerte daño«.