El segundo parón de esta temporada debido a los distintos compromisos internacionales de las selecciones nacionales volvió a traer consigo un fin de semana atípico para los cedidos del Deportivo. Y es que, sin actividad alguna en la Liga Santander debido a esta circunstancia, Róber pudo disfrutar de unos días libres, dejando así a Álex Bergantiños como único futbolista blanquiazul a préstamo con partido oficial.
El Sporting de Gijón recupera sensaciones. (Sporting 3-0 Sevilla Atlético)
El juego y los resultados de las últimas semanas habían sembrado las dudas en el seno del Sporting de Gijón, y qué mejor manera de disiparlas que hacerlo con una goleada ante su afición. Eso fue justo lo que hizo el conjunto asturiano esta jornada, imponerse con rotundidad a un filial sevillista que ocupa el farolillo rojo de la clasificación y que aún no conoce la victoria. Los de Paco Herrera fueron en todo momento claros dominadores del encuentro pero pecaron de falta de precisión y mayor elaboración en el juego durante el primer acto. Pese a ello y al hecho de desperdiciar una pena máxima, se fueron al vestuario con ventaja en el marcador, algo que agradeció el conjunto rojiblanco ya que tras el descanso su rendimiento mejoró ostensiblemente. A un mejor criterio a la hora de mover el balón se sumó mayor velocidad en las combinaciones, lo que dio lugar a un fútbol mucho más vistoso y a numerosas ocasiones de gol, incluido otro penalti también errado, para un cuadro asturiano que acabarían imponiéndose por un resultado final de 3-0, victoria que invita al optimismo y los vuelve a situar en zona de playoff.
Después de dos jornadas en el banco de suplentes y sin llegar a saltar al terreno de juego, Paco Herrera echó mano de Álex Bergantiños para intentar dar solidez a un conjunto que hizo aguas en la medular en sus dos últimos compromisos, y como suele ser habitual en él a lo largo de su carrera, el coruñés no desaprovechó la ocasión de reivindicarse. Tras unos primeros minutos en los que no entró demasiado en juego, en gran medida a consecuencia del juego directo que intentó practicar el equipo gijonés, el mediocentro fue poco a poco haciéndose con la manija del encuentro. Aportó la pausa y el criterio necesario al juego de los rojiblancos hasta acabar completando una actuación más que notable, especialmente en un segundo período en el que incluso se sumó al ataque con cierta asiduidad y llegó a probar fortuna de cara a puerta en varias ocasiones.