El Deportivo realizó otro esfuerzo titánico ante el Málaga de Víctor Sánchez del Amo. Como se esperaba, la afición rival apretó desde el primer segundo y espoleó a los suyos. Pero Martí decidió apostar por rotaciones en el once y salir con un solo punta con el objetivo de aguantar lo máximo posible.
Y la estrategia funcionó, pese a que Ontiveros encogió en corazón de los herculinos en más de una ocasión. La fortuna que le dio la espalda en toda la temporada al Deportivo, le ha vuelto a sonreír en esta eliminatoria. Pero también como premio a unos jugadores que por encima de todo fueron un equipo unido. Fuertes en defensa, solidarios en cada ataque del Málaga y buscando salir a la contra.
Los blanquiazules salieron con Vicente y Nahuel de inicio. Ambos se vaciaron en defensa en la primera mitad, de hecho, era más que llamativo el vendaje en el muslo del centrocampista. En la segunda mitad, la entrada de Borja Valle y de Fede Cartabia le dio alas al equipo. El argentino sacó de quicio tanto a los defensas rivales como a un Ontiveros que tuvo sus más y sus menos con el 10 deportivista.
Y para rematar la faena, llegaría el tanto de Álex Bergantiños. Corría el minuto 81′ y el Deportivo buscaba contener a un Málaga que necesitaba marcar. El 4 recibió el esférico, emprendió la carrera hacia el área de Munir y decidió disparar. El balón iba demasiado cruzado, pero Munir puso las manos para meterlo dentro de la portería. Un error clamoroso que daba por terminada la eliminatoria.
Al finalizar el partido, tanto los jugadores del Málaga como los del Deportivo acudieron a consolar a Munir. El guardameta del Málaga rompió a llorar después del tanto de Bergantiños, y nada parecía consolarlo al final del tiempo reglamentario.