Nueva columna de opinión de Edy Caridad, que nos revela novedades en cuanto al mercado de fichajes.
En este peculiar mundo del fútbol, las amistades entre jugadores, entrenadores y directivos son la base de las negociaciones. Eso es algo que me quedó muy claro desde que empecé en el mundo del periodismo y que desde fuera no alcanzaba a valorar en su exacta medida. Los fichajes se hacen en las cenas, reuniones y palcos. Y con llamadas entre colegas.
El verano está a la vuelta de la esquina y con él llegan los rumores de incorporaciones. El hecho de que el Deportivo siga en Primera supone que el equipo blanquiazul sea un foco que atrae a muchos jugadores, pero más allá de eso me gustaría hacer hincapié en algunas cosillas de las que me he enterado en tres días que he pasado en la capital. Fuentes muy bien informadas me aseguran que el Depor ha puesto sus ojos en la cantera del Madrid y del Barcelona. Y vamos a explicar un poco por dónde van los tiros.
De una parte, a nadie se le escapa que Víctor Sánchez del Amo guarda muy buenas amistades en la cantera blanca y, además, con el nuevo preparador de Concha Espina, Rafa Benítez. Por ahí se gesta una de las claves de que los ‘mirlos’ del equipo capitalino vean al Depor como un trampolín para dar el salto a la máxima categoría. Además, la cantera del Madrid se encuentra en pleno proceso de reestructuración: van a darle carpetazo a su equipo C para que el B tenga más pujanza. Y en ese B, son varios los jugadores que no seguirán en Segunda B. No puedo dar, por ahora, nombres concretos, pero alguno llegará para el centro del campo o el ataque. En la ‘Fábrica’, los jugadores ven inalcanzable el primer equipo y prefieren salir y ganarse un nombre.
En cuanto al Barcelona, Víctor también tiene una buena relación con Luis Enrique y por ahí encontramos una llave para que alguna promesa (y no tan promesa) culé esté en condiciones de vestir la blanquiazul. Y también para las líneas de vanguardia. Quizá algún jugador que ya haya estado cedido en un Primera…
Por ahora, prudencia y paciencia. Las llegadas no se van a precipitar, pero hay trabajo hecho y camino ya andado. Lo que más cuenta es que Víctor es un entrenador que confía en los jóvenes, que no los va a tener chupando banquillo y que apostará por ellos como en su día apostaron por él en Chamartín (debutó, casualmente, con Arsenio). El hecho de que sea un ex futbolista le aporta un cariz distinto al que, por ejemplo, tenía Víctor Fernández, quien quizá veía más fiable al núcleo de veteranos.
Con esto no digo que el Depor vaya a ‘pescar’ únicamente en las dos mejores canteras de España; solo que completará su extensa nómina de fichajes con alguno de los nombres que más prometen en el panorama nacional. Con eso y con algunas incorporaciones más, en el club esperan no pasar tantos apuros como en la temporada 14/15. Y, además, el límite para incorporaciones se ha ampliado, con lo que se podrá hacer algún esfuerzo en contrataciones de hombres ya consagrados.
El ‘baile’ no ha hecho más que comenzar y el Depor tiene un as en Víctor, entrenador muy querido, respetado y que abrirá algunas puertas que hasta ahora quizá estaban cerradas o al menos entreabiertas. En la directiva se escuchan sus peticiones y se cuenta con su apoyo para convencer a jugadores. Una llamada de un campeón de Europa puede cambiarlo todo…