Era un martes por la tarde, y en casa todos estábamos esperando ‘la’ visita. Llegaba desde el otro lado del charco, en concreto desde Brasil. En un principio, estaba previsto que aterrizara a las 18h, pero se demoró más de lo previsto. A las 20h, por fin, ya sí, Bruna estaba en Galicia. Pronto supimos que venía con ganas de hablar. Aunque yo, de entrada, suelo esquivar el fútbol en las conversaciones, todos saben de qué pie cojeo. Incluso los foráneos. Y con Bruna, el tema no tardó demasiado en salir. «O futebol era o orgulho dos brasileiros, mais agora ja não somos os melhores«, me dijo a las 21:40h. «Son épocas», intenté suavizar, como quitándole importancia. «Sim, mais não é só iso. O pessoal antes jogava pela camisa«. Hay respuestas que no te esperas, por quién las emite, y te dejan frío. Normalmente, suelen ser las más sinceras, las más directas. Esa lo era.
En 2008, el Sevilla FC femenino disputó su primer partido oficial. Cuatro temporadas antes, el club rojiblanco había apadrinado al CD Híspalis, sin embargo, no fue hasta ese curso (2008-09) cuando se desvinculó por completo y creó su propia sección. Justo en aquel verano, empezaron a llegar los primeros fichajes. Algunos, muy jóvenes, como Amparo Delgado. “Que me llamara con 15 añitos el Sevilla para mí fue un honor, cumplí un sueño. Mi familia es muy sevillista, todos somos muy sevillistas, imagínate. Es una suerte poder vestir esta camiseta siendo aficionada del club”. Habla en presente, y habla bien. Porque 12 temporadas después, Amparito sigue corriendo la banda derecha de Nervión.
El primer gol de la historia de la sección
El tópico de que los inicios nunca son fáciles, en muchos casos, es real. Lo sabe Amparito. “Al principio jugábamos en Provincial, jugábamos incluso en campos de albero -tierra de color ocre usada en jardinería-«. El Sevilla FC femenino empezó desde cero, desde la categoría más baja. Y luego fue escalando. De cada proceso, hay imágenes que una no olvida, hay acciones que una graba en la memoria para siempre. A Amparito le pasó con un gol, con el primero de la historia del Sevilla FC femenino. “No se me olvida aquella jugada. Era un centro al área y yo la enganché como pude. Fue una emoción muy grande, imagínate, marcar en el primer partido que jugaba allí…”.
Un ascenso y un episodio personal complicado
A lo largo de estas 12 campañas ininterrumpidas, Amparito ha vivido episodios de todos los colores. De los buenos, rescata uno en particular: el último ascenso en Arguineguín. “Durante dos temporadas intentamos subir, y en la segunda lo conseguimos. Fue un año que me marcó, porque nos costó mucho, hasta la última jugada del partido no teníamos resuelto nada. Y es uno de los momentos más bonitos que yo he vivido aquí”.
En los malos, entran las experiencias personales: “En 2013 a mi madre le dio un ictus, y fue un año muy, muy complicado en el que el Sevilla y todas mis compañeras me ayudaron un montón”. Porque sí, incluso ahí, a la hora de superarlo, tuvo mucho que decir el fútbol: “Quise dejarlo todo, pero no se me dio esa opción desde mi familia. Y les estoy muy agradecida, porque gracias al fútbol me desahogaba un poco y lo he llevado bastante mejor”.
One club woman
Jugar en el Sánchez Pizjuán, “poder pisar ese campo”, vivir una temporada tranquila sin mirar al descenso, celebrar un gol después de mucho tiempo sin hacerlo… Son algunos de los sueños que le quedan por cumplir a Amparito. Con una condición, con un único escudo en el pecho: “Siempre he tenido muy claro que quiero empezar y terminar en este club”. Quizá por eso el fútbol femenino conserve aún gran parte de su pureza y siga siendo tan cercano al espectador. Porque, a estas alturas de la película, o pessoal, aquí, en muchos clubes, segue jogando pela camisa… Como Amparito. No abandonó al Sevilla FC cuando este perdió la categoría, ni siquiera cuando las circunstancias personales superaban a todo lo demás, ¿cómo va a hacerlo ahora?
*El domingo, el Dépor ABANCA disputa la 11ª jornada de liga. Las coruñesas reciben al Sevilla (11h45). Esta serie de textos sobre sus rivales pretenden poner en contexto, explicar de dónde viene y hacia dónde va el fútbol femenino español.