El Deportivo visita en Valencia al Levante de J.I.M. Éste es destripado en Adelante, a través de su ‘Cara B’.
El Deportivo viaja al Estadio Ciudad de Valencia para medirse a un Levante que llega con poco en juego y con la tranquilidad de haber hecho los deberes antes de tiempo. Los granotas necesitan el triunfo ante los gallegos para aferrarse al último tren europeo.
Horizonte. Acabar sin sobresaltos. En tierra de nadie entre Europa y el descenso.
El Levante ha bajado el rendimiento con respecto a la primera vuelta de la Liga BBVA, y tras finalizar a un punto de entrar en Europa League después de los 19 primeros partidos, ahora ya es undécimo, a siete puntos de los puestos que dan acceso a participar en la competición continental. La sensación en el conjunto granota es que, con 40 puntos, el objetivo principal de la permanencia ya se ha cumplido, por lo que ahora solo les queda disfrutar de los ocho enfrentamientos que restan para el final de la temporada, y acabar el curso con las mejores sensaciones posibles. Europa, aunque no es inalcanzable, parece demasiado lejos para un equipo en dinámica descendiente.
La pizarra. Pragmatismo en estado puro. Fútbol sencillo, pero increíblemente exitoso.
Si bien es cierto que la salida de Obafemi Martins ha mermado las posibilidades ofensivas del Levante, también lo es que los hombres dirigidos por Juan Ignacio Martínez continúan siendo uno de los conjuntos más difíciles de batir de todo el campeonato doméstico, y prueba de ello es que, hasta su derrota en el Santiago Bernabéu la semana pasada, habían acumulado cuatro jornadas consecutivas sin perder.
El esquema de los valencianos no engaña a nadie: 4-2-3-1, con la intención de ocupar a la perfección todas las zonas del campo, fuertes en defensa con veteranos como Juanfran, David Navarro y Ballesteros -a los que en ocasiones parece imposible hacerles un gol por alto-, y con muchas ayudas de los centrocampistas. Físico y mentalidad como valores principales. Sin embargo, el mayor éxito de ‘JIM’ es que sus futbolistas esconden a la perfección sus carencias, y que cuando llegan arriba casi siempre lo hacen con mucha gente, con Míchel o Barkero como cerebros de un fútbol sencillo, sin florituras, pero efectivo. Además, la fortaleza mental y la concentración de los levantinistas es crucial a balón parado y en cualquier anomalía en el juego rival, de la que siempre saben aprovecharse.
Nombres propios. Iborra es el eje. Más coral que de individualidades.
– Bajo los focos: Vicente Iborra. Es el centro de gravedad del equipo mediterráneo, clave en la solidez defensiva y el primer paso en las acciones ofensivas. Gran corpulencia y elevado sentido táctico. Desde su llegada, Martínez apostó fuertemente por el mediocentro de Moncada y éste no ha defraudado. Suena para clubes de mayor talla.
– La revelación: Míchel Herrero. Gran promesa de la cantera del Valencia, sus cesiones al Deportivo y al Hércules de Alicante no terminaron de consolidarle, así que terminó no renovando por su equipo, y el otro de la ciudad apostó fuertemente por él. Y ha empezado a mostrar su mejor versión como futbolista.
– En la sombra: Ballesteros. Nunca ha sido el central más elogiado del fútbol español, principalmente por sus métodos poco ortodoxos, pero pocos hay tan eficaces como él en la solución de problemas. Una garantía para cualquier equipo que cuente con él en sus filas.
– El ‘bluff’: Martins. Sorprendió con unas primeras 15 jornadas excelentes donde amenazó incluso con batir los registros de Caicedo y Koné. Pero, desde entonces, ha restado más al equipo de lo que ha sumado. Un tan solo gol y un rendimiento pobre, motivado por sus diferencias con la Directiva, hasta que finalmente ha marcado a la MLS.
Aficionado ilustre. Johan Cruyff. Tres meses vistiendo la casaca.
Aunque fue un paso fugaz, uno de los cuatro grandes de la historia del deporte rey vistió la camiseta del Levante. Fue Johan Cruyff, desde marzo hasta junio de 1981, en un breve paréntesis que hizo durante su etapa americana. Tan solo 10 partidos en los que anotó 2 goles, a sus 34 años. Aunque, paradójicamente, el equipo empeoró tras su llegada. Estaba peleando por el ascenso a Primera División y terminó quedando noveno en la tabla clasificatoria. Diez partidos históricos para la hinchada levantinista, que pudo disfrutar en su estadio de una auténtica leyenda del balón. Por eso, el Levante es el segundo equipo español de Cruyff.
Seguro que no lo sabes… Vencedor de la Copa de la España Libre. Peleó por su oficialidad, aunque la RFEF no la reconoció.
Durante la Guerra Civil española, las competiciones de fútbol no se disputaron a nivel estatal. Sí que hubo diversos torneos a nivel regional. Los clubes catalanes y valencianos organizaron, entre otros torneos, la Copa de la España Libre, que se disputó en 1937 -una única edición- y que terminó con el Levante como conquistador del título. Este trofeo preside la sala con más historia de las oficinas del Levante, que incluso peleó por la oficialización del torneo hace no muchos años, aunque se encontró con la clara negativa de la RFEF.
Once histórico (1990-2013). Garra y corazón por encima de todo. Un gran bloque con una delantera de ensueño.