‘Adelante’ analiza al nuevo Mallorca de Gregorio Manzano, que busca salir de los puestos de descenso y sentenciar al Dépor de la mano de un Giovani espectacular y de una moral restablecida.
El Deportivo viaja al Iberostar Estadi para medirse a un Real Mallorca que encara el choque en su mejor momento de la temporada y con la salvación a menos de un partido de diferencia.
Horizonte. Un sueño factible que parecía imposible. A dos puntos de la permanencia.
Cuando ni el cambio de entrenador parecía surgir efecto en un equipo que desolado como penúltimo clasificado, en la jornada 26, los hombres de Gregorio Manzano lograron la épica en Granada, de donde se llevaron los tres puntos en el último minuto. La victoria cargó de confianza a los bermellones, que siete días después fue capaz de vencer en el Iberostar Estadi al Sevilla, una victoria que les sirvió para encadenar dos triunfos seguidos por primera vez en la temporada y que los catapultó a solo dos puntos de la salvación, de la que estaban a siete dos semanas atrás. Ahora, el Mallorca, tras su buena actuación -aunque con derrota- en el Santiago Bernabéu, parece el conjunto más en forma de la zona baja y el más fuerte mentalmente. En caso de ganar al Deportivo, podría salir de los puestos de descenso por primera vez en diez jornadas.
La pizarra. Más protagonistas. Con Manzano, el Mallorca apuesta por sorprender con la posesión.
La llegada de Gregorio Manzano al banquillo ha supuesto un cambio importante en la forma de plantear los encuentros para los mallorquinistas. Mientras Joaquín Caparrós rechazaba casi por completo tener la posesión de balón, el jienense ha inculcado en sus hombres un estilo más protagonista, sin planteamientos extraños, con cada futbolista en su puesto natural y, sobre todo, un cariño hacia el balón que no tenían jornadas atrás.
Con un 4-2-3-1 o un 4-3-2-1 como esquemas habituales y con bandas mucho más participativas en las que Giovani es el eje del ataque, los bermellones han aprendido a llevar la iniciativa y a dominar al rival, sobre todo en el Iberostar, y han comenzado a sacar el máximo partido de sus futbolistas ofensivos, que se sienten más cómodos cuando entran en contacto con el esférico. Defensivamente, Nunes es el baluarte de una zaga que ha cometido demasiados errores a lo largo del curso.
Nombres propios. Ataque imponente. La delantera es la línea más en forma de los baleares.
– Bajo los focos. Giovani. Su velocidad, su capacidad para sorprender por el centro y por bandas y, sobre todo, su habilidad para ‘romper’ a su par en dos metros con un cambio de ritmo lo convierten en un futbolista letal. Está en su mejor momento desde el año 2008, cuando abandonó el Barça. Peligrosísimo a balón parado.
– En la sombra. Tissone. Desde su regreso al conjunto balear en el mercado invernal, el argentino ha sido protagonista en la medular bermellona, incluso por delante de Martí. Roba mucho, juega fácil y va bien de cabeza.
– La revelación. Alfaro. Con bastante experiencia en Primera, el mediapunta andaluz se ha destapado como goleador sorpresa y ha anotado cuatro tantos en las últimas tres jornadas, uno más que los que había marcado en total en Primera División.
– El ‘bluff’: Ximo Navarro. Quizás, el futbolista que más ha estado por debajo del nivel esperado. Su rendimiento -de más a menos-, sus problemas de conducta y sus rifirrafes con Caparrós lo apartaron de la titularidad. Con Manzano todavía no ha jugado. Con solo 22 años, se esperaba que esta temporada fuese la de su consolidación.
Aficionado ilustre. Rafa Nadal. El passing bermellón.
Aunque también ha reconocido su pasión por el Real Madrid, el tenista de Manacor siempre ha sido del equipo de su tierra, sobre todo porque su tío, Miguel Ángel Nadal, es una de las leyendas del club balear. Aficionado y accionista, el actual número cuatro del mundo acude al Ibersotar siempre que el tenis y sus diversos compromisos publicitarios se lo permiten. En más de una ocasión, incluso se ha mostrado públicamente en contra de algunas de las decisiones que ha tomado Lorenzo Serra Ferrer, máximo accionista de la entidad.
Seguro que no lo sabes… Uña y carne. Manzano es el entrenador que más años ha estado en el banquillo bermellón.
El pasado 5 de febrero de 2013, el Mallorca anunció la contratación de Gregorio Manzano, que firmó por el conjunto insular por tercera vez en su carrera deportiva, un hito que nunca había sucedido en la historia del club. El preparador de Jaén, que ha protagonizado los años de mayores éxitos de la entidad -incluida la Copa del Rey en la campaña 2002/2003-, es el técnico que más temporadas ha dirigido a los rojinegros en toda su historia, sumando entre la primera etapa (2002/2003), la segunda (2005/2010) y la tercera (actual) un total de siete cursos como entrenador mallorquinista.
Once histórico (1990-2013). Un inicio de siglo inolvidable. Ibagaza, fantasía para Luque, Eto’o y Tristán, con los que no coincidió.