En el fútbol moderno, la primera cabeza que rueda es la del entrenador. Y de eso el Deportivo de los últimos tiempos sabe mucho. La trituradora en la que se ha convertido en banquillo herculino se ha llevado por delante a un Anquela que se ha ganado el favor de sus jugadores pero al que los resultados no le han acompañado.
Ocho puntos en 10 jornadas. Una victoria, cinco empates y cuatro derrotas con 17 goles encajados por 11 a favor. Da igual que el último día del mercado de fichajes llegasen cinco jugadores nuevos, que la plaga de lesiones le dejase sin piezas importantes durante varias jornadas o que un bloque nuevo necesite tiempo para carburar. En el fútbol mandan los resultados y lo cierto es que un aspirante al ascenso como es el Deportivo está ahora mismo a un punto del colista.
Pero no todo ha sido malo para Juan Antonio Anquela tras su paso por el Deportivo. Los futbolistas han mostrado su respeto por el veterano técnico, al que no han dudado en elogiar los últimos días. Siendo Mollejo el último, quien en su cuenta de Twitter le mandó un mensaje al jienense. «Solo tengo palabras de agradecimiento para ti, te deseo todo lo mejor mister».
Solo tengo palabras de agradecimiento para ti, te deseo todo lo mejor mister. pic.twitter.com/SAiDUUnUe0
— Victor Mollejo (@VictorMollejo7) October 7, 2019
Otro de los jugadores que mostró públicamente su apoyo a Anquela fue Peru Nolaskoain. El futbolista cedido por el Athletic, que jugó ante el Almería como central, apuntó en rueda de prensa que «estamos todos con el míster. Mientras esté aquí iremos a muerte con él».
Una voz autorizada como Álex Bergantiños también dejó claro el aprecio del vestuario hacia el que era su entrenador. «El míster se desvive por nosotros. Lo pasa fatal estudiando partidos, dándonos las mejores herramientas. Los resultados no se están dando, pero no es mi parcela hablar sobre un cambio. Es un grandísimo profesional y estamos contentos trabajando con él. Creemos en su trabajo y en lo que nos pide».
Pero como decía Anquela, «el fútbol me lleva matando mucho tiempo y todavía no me he muerto. Y aquí espero sobrevivir, pero si no, mala suerte«. Finalmente, salió cruz para un técnico que caló en el vestuario pero al que los resultados no acompañaron como a muchos otros antes.