Juan Antonio Anquela se despidió esta mañana del deportivismo en una comparecencia en la que se limitó a leer un breve comunicado y en la que no aceptó preguntas. El técnico andaluz considera que ya ha hablado lo suficiente en los últimos días, teniendo en cuenta que la semana pasada tuvo tres encuentros, y ha preferido dejar A Coruña sin más valoraciones que las siguientes:
«Dar las gracias por la presencia, es un día complicado para mí y para mi gente. Pero esto es el fútbol. Sólo me queda decir que vine con toda la ilusión del mundo a un club enorme, maravilloso. No ha podido ser. Pido perdón por lo que hemos podido fallar. Gracias al presidente y a la Junta por la paciencia, a Carmelo por ayudarme en el trabajo y a toda la gente del club. A todos los empleados. Y sobre todo a mis futbolistas, que hasta el último segundo han intentado hacer las cosas para solucionar el tema, pero el fútbol lo pone muy complicado. Gracias por la paciencia y por aguantarme, que no es fácil. Le deseo lo mejor al Deportivo, que lo que le pase bueno al Deportivo sea lo que me pase a mí».
Apenas dos minutos duró la presencia de Anquela detrás de los micrófonos, en parte por las prisas del club blanquiazul para retirarlo de la sala de prensa cuando el técnico estaba explicando de manera más amplia por qué no quería responder preguntas.