1. Buen punto del Deportivo en su enfrentamiento con el Atlético de Madrid en Riazor, un punto que como contra el Athletic de Bilbao sabe a más por cómo se dio y se luchó hasta el último minuto. Los rojiblancos llegaban al feudo blanquiazul en su mejor momento de la temporada, con un nivel óptimo de confianza y con varios de sus jugadores en un estado de forma espléndido como Tiago, Carrasco y Griezmann. Los del Cholo Simeone se adelantaron en el marcador en la primera parte y el Dépor supo reaccionar en la segunda.
2. Varias variaciones de Víctor Sánchez del Amo en el once inicial contra los colchoneros. Volvió el dibujo 4-1-4-1, pero lejos de utilizar su formación más repetida como muchos creían y como pedían nuestros votantes en Riazor.org (con Juanfran y Luis Alberto por delante de Laure y Navarro) el técnico madrileño optó por darle la alternativa en la izquierda a Jonás Gutiérrez y ofrecerle de nuevo la derecha a Fede Cartabia. En la defensa, otra permuta: Alberto Lopo suplía a Arribas en el centro de la zaga. Los tres cumplieron ante un rival de entidad.
3. El planteamiento inicial del Dépor fue conservador, quizá de forma excesiva, entregando el balón a los del Cholo y replegándose cerca de Lux con las dos líneas de cuatro y cinco muy juntas. Sabiendo que Víctor suele amoldar sus alineaciones al rival parecía evidente que el Dépor le iba a entregar las riendas del partido al Atlético, un equipo poderoso que se nutre de su seriedad atrás y de aprovechar los errores del rival y los espacios a la espalda de los centrales. «La primera parte fue de más dominio por parte del Atlético, algo que nosotros habíamos planificado previamente. Sabemos que tienen mucho peligro con espacios y hemos tratado de invertir esa situación esperando en el centro del campo y tratar de tener buenas salidas a la contra. Hemos robado muchos balones, pero hemos tenido muchas precipitaciones», justificó Víctor en rueda de prensa.
4. El gol de Tiago mediada la primera parte y sobre todo las ocasiones posteriores de Godín y Griezmann antes del descanso hicieron a Víctor cambiar el plan. Por debajo en el marcador no se podía seguir defendiendo con diez hombres y estaba más cerca el 0-2 que el 1-1. Juntó a Fajr con Lucas arriba y se soltaron los mediocentros con el balón en los pies, creando juego con mucha paciencia y subiendo poco a poco las líneas. El Atleti se dejó hacer, como equipo que sabe sufrir, y se replegó ante su área. Fue entonces cuando mejor se encontró el conjunto herculino, que realizó un segundo tiempo redondo encumbrado con el tanto de Lucas. El punto es merecido, y pudieron ser tres si ese balón de Fajr se cuela en la portería.
5. Lo de Lucas Pérez es muy serio, en A Coruña últimamente asusta lo bueno que es, como que no estamos acostumbrados a encontrarnos semejante caviar en tiempos de vacas flacas. Fútbol de barrio, caótico y desenfrenado. Lucas va librando pequeñas batallas en mitad de una guerra que es el partido. Lo hace en la primera de ellas como si fuese la última y con la determinación del guerrero que por muy lejos que esté puede matar a su enemigo. Con Godín las tuvo de todos los colores: primero le ganaba el coruñés la posición y le hacía correr hacia atrás, después se adelantaba el uruguayo y cortaba con destreza, una contienda de tú a tú con uno de los mejores defensores del mundo. Y lucha tras lucha consigue su objetivo, que es marcar. Le leía a Mister Chip en Twitter que en los últimos 60 años solo ha habido cinco jugadores capaces de marcar seis o más goles en las 10 primeras jornadas de Liga con el Deportivo. Los nombraba: Bebeto, Makaay, Tristán, Pandiani y LUCAS PÉREZ. Sí, el coruñés ya se sitúa entre algunas de las leyendas goleadoras de un equipo centenario. El deportivismo está viviendo un sueño con Lucas. Que siga.
6. Sobre el gol de Lucas quiero hacer hincapié en un detalle que me emociona y que no es la excelente pisada al más puro estilo fútbol sala con la que obliga a cederse al suelo a Oblak. La pisada es un placer para la vista de cualquier aficionado, no hay ninguna duda, pero el detalle vital para que ese balón toque la red son los dos o tres pasitos que Lucas da antes de golpear con la derecha. Ese movimiento a alta velocidad que puede pasar inadvertido es lo que evita que el portero esloveno pueda llegar con las manos a ese balón. De no haber dado esos pasos, de no haber alargado unos segundos la jugada, de no haber buscado algo más de hueco, estoy seguro de que Oblak la hubiese despejado. Movimiento de mucha calidad.
Qué golazo de Lucas Pérez, ¿no?
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— Peter Lim [] (@Mr_Peter_Lim) octubre 31, 2015
7. Quiero detenerme a hablar en ese punto sobre la precisión en los desplazamientos en largo de Pedro Mosquera. Más allá de sus otras cualidades futbolísticas ya destacadas en otras ocasiones, el ‘5’ del Dépor tiene un riguroso cañón en la zurda. De izquierda a derecha, de derecha a izquierda y a la espalda de los zagueros. A 30 o a 60 metros, al pie o al espacio. Precisión suiza en la pierna izquierda. Como bien dice mi padre cuando habla del coruñés: «si Pedro en vez de tirar a puerta diese pases a la escuadra no fallaría una». Apúntalo, Pit.
8. En el debe, el Deportivo lleva más de un mes sin ganar y los equipos en puestos de descenso se están acercando (de ganar hoy el Granada, el antepenúltimo se queda a cinco puntos). Aún así, no es algo que esté preocupando excesivamente a los deportivistas porque se ha visto a un buen Dépor en bastantes ocasiones y ante rivales de mucha entidad. Nos está acostumbrando esta plantilla de Víctor Sánchez a ser un equipo de lo más competitivo, un equipo que no le pierde la cara al partido por muy mal que vayan las cosas o por muy bueno que sea el rival. Las sensaciones son buenas y ahora los partidos del Dépor se cogen con muchas ganas se juegue contra quien se juegue porque sabes que todos se van a dejar el alma por defender la camiseta. Hacía tiempo, ¿verdad?