Un equipo sin identidad, el reflejo de la situación del equipo en el segundo gol, los cambios de Víctor Fernández o el Getafe de Contra, entre otros temas de interés del análisis del encuentro entre gallegos y madrileños.
1. El Deportivo sigue sin identidad. Sigue sin saber qué es lo que tiene que hacer, dónde presionar y cuándo combinar. Sus jugadores no saben si tienen que atacar por dentro o por fuera, si deben buscar más el pase interior o el centro lateral. El Dépor no está funcionando como un equipo y sus oportunidades llegan a cuentagotas y gracias a individualidades. Porque hay calidad en la plantilla, pero está desaprovechadísima. Se ve un equipo sin trabajar, sin un estilo definido y con muchas carencias en la creación de juego.
2. El segundo gol visitante fue un fiel reflejo de la situación actual del Deportivo. Una imagen de desconcierto. El gol de Lafita enmudeció Riazor y no era para menos. La grada no se podía creer que en 16 segundos todo se venía abajo después de que cinco jugadores del Getafe trenzasen una jugada peligrosa en siete toques precisos. La primera parte del Dépor no fue buena y los 15 minutos del descanso debieron servir para ajustar detalles y matizar algunas posiciones. O eso era lo que creía la afición, que se encontró con un partido excesivamente cuesta arriba tan solo 16 segundos después de que Hernández Hernández pitase el inicio de la segunda parte. Desconcierto total.
3. Ya con 0-2 y después de terminar de encajar el gol, se vio una reacción de los de Víctor Fernández. Con los dos arietes puros sobre el campo -Toché y Postiga-, el Deportivo comenzó a entrar principalmente por la banda y generó bastantes ocasiones de gol. Tuvo que ser con 0-2 y con la afición empezando a silbar para que el equipo reaccionase y supiese cómo hacer daño a su rival. En el momento en el que parece que está todo perdido se reacciona. Como contra el Valencia.
4. Y hablando del partido del Valencia, la pregunta que recorría las conversaciones futboleras del día de ayer en A Coruña fue esa que decía «¿Fue la victoria ante el Valencia un espejismo?». ¿Fue casualidad o quizá responde al hecho de reaccionar solo cuando está contra las cuerdas? Contra los de Nuno Espírito Santo se ganaron la mayoría de los balones divididos, a los que los jugadores del Dépor fueron con fe y con decisión. Contra el Espanyol y contra el Getafe no se ganaron porque no había convicción. La suerte del rechace se busca. Al final del encuentro, este fue el mejor tuit que leí sobre el partido del Dépor:
En Valencia tienen que estar flipando. Pero flipando.
— campeonamos (@campeonamos) octubre 31, 2014
5. Considero que tampoco estuvo afortunado Víctor Fernández con alguno de los cambios. Hubo uno que considero intrascendente y otro aventurado. El intrascendente fue el de Canella por Luis Fariña, ya que el hecho de adelantar a Luisinho no dio más profundidad por la banda izquierda al equipo. El aventurado fue el Wilk por Postiga. Al inicio del segundo tiempo, el Dépor realizó estos dos cambios aquí citados y otro más en el 57′. Más de media hora sobre el campo con los mismos jugadores y sin posibilidad de ninguna permuta más. Puede ser peligroso teniendo en cuenta que Juan Domínguez llevaba un mes sin competir por lesión. Finalmente no hubo que lamentarlo.
6. El Dépor terminó el partido colgando balones al área desde la defensa. Con Toché y Postiga sobre el campo, la solución era ésa. Sin embargo, ¿por qué no meter más carne en el asador? ¿Por qué no mandar a un central corpulento a luchar por esos balones? En los últimos minutos eran Medunjanin y Sidnei los que metían los balones al área. ¿No tendría más sentido que el central estuviese arriba?
7. Del Getafe, varias cosas buenas. Nos comentaba el periodista Chema del Olmo en la entrevista que le realizó Alfonso Núñez que el trabajo del preparador físico del Getafe, Óscar García, era excepcional y que tenía a los jugadores enchufadísimos. En el aspecto físico, el conjunto madrileño estuvo enorme, sobre todo en la parcela atacante, con cuatro talentosos futbolistas como Yoda, Sarabia, Fredy Hinestroza y Lafita que no pararon de correr. Esa movilidad y constantes cambios de posición entre ellos recordaron a lo que habían hecho Lucas Pérez, Fariña, Cavaleiro y Cuenca 15 días atrás en Riazor.
8. Mucho trabajo por delante y debe empezar a notarse este viernes en Córdoba contra el equipo dirigido por Miroslav Djukic. Bajo mi punto de vista, el verdiblanco es uno de los equipos que será un rival directísimo del Dépor esta temporada y ya en la jornada 11 empieza a importa todo, incluso los goles. Potenciar tus virtudes, conocer tus debilidades y disminuirlas al máximo.