El balón parado, Aythami, la despedida de Valerón, la lesión de Bruno Gama y el consumado descenso, temas de interés en este análisis del encuentro decisivo en Riazor.
1. La derrota contra la Real Sociedad consumó el descenso del Deportivo a Segunda División. El milagro que obró Fernando Vázquez al mes siguiente de su llegada no funcionó en los últimos partidos. Valladolid, Málaga y Real fueron tropezones vitales en la salvación.
2. El dramatismo de la cita se vivió a lo largo la semana. Fueron distintas las razones que dibujaban la tragedia. La despedida de Valerón, brindarle en bandeja de plata al rival la posibilidad de salvarse, un nuevo descenso que atemoriza con ahogar a un club a la deriva… La responsabilidad de los jugadores en el decisivo partido se convirtió una pesada losa que no pudieron superar.
3. Lo hablé con mis allegados después del partido y también lo comenté varias veces en la retransimisión de la Cadena Cope en Rock FM: no se sacó provecho de las acciones a balón parado. En un encuentro que se decide por detalles, las jugadas de estrategia debían ser un punto a favor de los coruñeses. Sin embargo, las enésimas oportunidades se fueron al limbo.
4. Estos últimos días un compañero de trabajo, exfutbolista profesional y curtido en la lucha por eludir el descenso, me explicó que cuando era profesional su entrenador, ante estas citas tan importantes, les hacía entrenar hasta la saciedad estas jugadas. Horas y horas con faltas laterales y córners. Salto y choque, tesón y pelea. Así una y otra vez, hasta cansarse, hasta acabar lleno de moratones. Y ese ensayo les había dado la salvación. Por eso creía tan determinante el balón parado.
5. Uno de los jugadores que podría haber aportado en esa faceta fue el que demostró sus limitaciones en otras lides. Aythami Artiles sufrió con la velocidad de Vela y Griezzman, pero también en el cuerpo a cuerpo con Aguirretxe. Fernando Vázquez decidió prescindir de él para la última media hora.
6. Significativa la ausencia de Bruno Gama en la segunda parte del partido. Cuando todos pedíamos el cambio de un exhausto Pizzi -llegó rendido a final de temporada- por Diogo Salomão, vimos cojear al de Vila Verde hacia el vestuario.
7. Toca pensar en el futuro. A la planificación de la plantilla aún le queda un trecho grande que recorrer, pero hay un jugador que sí estará ahí en la categoría de plata. La afición volvió a dar una lección de compromiso y amor a un club.
8. En el futuro no estará, aunque nunca lo olvidaremos. Juan Carlos Valerón se despidió entre lágrimas en la sala de prensa de Riazor, acompañado por sus compañeros y amigos. «Se me va la mitad de mi vida», dijo Manuel Pablo. Seguro que no es al único.