La diferencia entre la puesta en escena de la primera parte y la segunda, el debate Lux-Fabricio, el escaso fondo de armario o el papel de Cuenca y Medunjanin, temas de interés del primer análisis de la temporada.
1. Teníamos todos muchas ganas de ver al Deportivo en plena competición y la verdad es que en la primera parte no defraudó en absoluto. No olvidemos que se trataba de un equipo que arrastraba una pretemporada muy convulsa y que tenía una plantilla a medio hacer, con fichajes importantes todavía por llegar, y realizó una buena puesta en escena. Presionando arriba, concentrados en defensa, fuertes al choque y con algo de claridad en el centro del campo. Además, en la línea de tres cuartos, mucho movimiento entre los mediapuntas. Por ahí apareció Luis Fariña para colarse en el área en la jugada previa al gol de Iván Cavaleiro.
2. Sin embargo, los últimos 45 minutos el equipo dejó mucho que desear. El conjunto blanquiazul sufrió los arreones del Granada, que salió a por todas tras la charla de Joaquín Caparrós al descanso. Jean Sylvain Babín, autor del segundo tanto nazarí, indicó en zona mixta que el técnico de Utrera les había puesto las pilas en el vestuario. «Caparrós nos abroncó en el descanso. Nos pide lo máximo y nos anima, es un motivador muy bueno», expresó el central. A los herculinos le superó la intensidad que le pusieron los locales en el segundo acto.
3. Germán Lux; Laure, Lopo, Insua, Canella; Juan Domínguez, Juan Rodríguez; Iván Cavaleiro, Fariña, Luisinho y Toché. Este fue el primer once de Víctor Fernández en la Liga 2014/2015. En su presentación en partido oficial, el técnico maño dejó apartado el 4-3-3 que tanto probó en los últimos días y formó con un 4-2-3-1 con Domínguez y Rodríguez en la sala de máquinas por detrás del creativo Fariña. En el gol del empate se echó en falta un jugador más defensivo en el centro del campo para detener el avance de Rochina. La espalda de los dos pivotes fue una autopista para el valenciano.
4. El banquillo del Deportivo en esta primera jornada fue un fiel reflejo de la situación actual de la plantilla. Fabricio, Iago López, Álex Bergantiños, Wilk, Medunjanin, Remeseiro y Cuenca. El central y el delantero, ambos, del filial. Tres centrocampistas, dos defensivos y uno creativo, y un jugador de banda. El último cambio, con 2-1 en el marcador, fue hombre por hombre – José Rodríguez por Álex-.
5. No obstante, no por tener poco fondo de armario dejó de haber variantes en el banquillo. Me gustó lo que aportaron Isaac Cuenca y Haris Medunjanin cuando saltaron al verde. El extremo catalán abrió el campo e intentó una y otra vez el uno contra uno frente a su par. Pero tras el cambio de Toché no tenía a quién buscar cuando llegaba a línea de fondo. El de Sarajevo, por su parte, se mostró protagonista a la hora de sacar el balón de atrás, además de poner cada balón parado en el área del Granada con el guante de su zurda.
6. La estrategia vuelve a ser una losa en el inicio de la temporada del Deportivo. Le privó de sumar muchos puntos al comienzo de la pasada campaña en Segunda con Fernando Vázquez y en ésta vuelve la maldición. Víctor Fernández tendrá que entrenar mucho el balón parado, herramienta fundamental para los equipos de menor presupuesto en una categoría que se decide por detalles.
7. Tras el partido en Los Cármenes, uno de los temas de debate entre la afición deportivista es la situación de Lux y Fabricio. Hay un porcentaje cada vez más alto de la hinchada que demanda la titularidad del portero canario. Bajo mi punto de vista, no creo que por un fallo puntual debamos señalar al Poroto como el culpable de la derrota. Los porteros necesitan confianza, el míster y la directiva se la han dado desde el principio y el runrún de la grada no le va a ayudar en absoluto. Debería haber más confianza en uno de los líderes del ascenso. Y si prevalece durante un tiempo un bajo estado de forma del titular, el técnico será el encargado de decidir si es el momento del presumible suplente.
8. Hablando de porteros, quiero aprovechar este análisis para asumir la culpa sobre una información que ofrecí en este mismo espacio en el último partido de la pasada temporada. En él comentaba que me había llegado una información sobre que Dani Aranzubia estaba muy cerca de regresar al Deportivo y que prácticamente estaba cerrado por el club gallego. En el periodismo hay que tener paciencia y a mí me pudo la precipitación. No me interesaba ser el primero en contarlo, ya que esta noticia la habían dado previamente otros medios locales. Pero a veces los chivatazos parecen tan fiables que te lanzas al vacío sin esperar a más señales. «¿Cómo iba a estar Aranzubia preguntando si estaba libre la casa en la que había estado alquilado los últimos años en A Coruña si no era para volver al Dépor?». Pero el fútbol es así, y en los despachos pasa de todo muy rápido y a veces por impulsos. Se da una renovación que nadie esperaba y las puertas se le cierran al riojano a pesar de los contactos con el club. Por tanto, pido disculpas en el mismo espacio en el que ofrecí esta información.