La afición, la decepción del resultado, los nervios y la pareja de centrales temas de interés en este análisis del encuentro de ayer en el Nuevo José Zorrilla.
1. El primer punto tiene que ser para la afición. Sin ningún tipo de duda. No pude desplazarme a Valladolid pero, por los vídeos, fotos y audios que me llegaron, en la previa sentí que estuve allí. Con todos vosotros, entre cervezas y lechones. Gracias por seguir demostrando este poderío ante el mundo.
2. Mi más sentido pésame para la familia del deportivista de Illa de Arousa que falleció en un hotel pucelano la pasada noche. Desde hoy, un crespón negro adornará nuestra web en su honor. DEP.
3. En lo puramente futbolístico, decepción total. Sobre todo por lo que esperaba a priori de un partido vital para la permanencia. El Dépor mostró sus carencias en ataque cuando cortocircuitan a Valerón y las bandas, lo que son las vías de escape del conjunto blanquiazul. Si a ello le sumamos el pobre nivel de Riki en Zorrilla, las ocasiones deportivistas brillaron por su ausencia.
4. Hubo tantos nervios, miedos y respetos que la tensión competitiva se la dejaron en A Coruña. Tras 15 buenos minutos iniciales, los de Fernando Vázquez regalaron 65’ antes de ponerse las pilas en los 10 finales.
5. Hablemos del gol anulado. A mí me pareció fuera de juego, pero admite ambigüedad. No obstante, en los últimos dos partidos hubo varias acciones dudosas que se dieron finalmente en contra del Deportivo. Algo que, por cierto, no está pasando con otros equipos. Ya está bien.
6. Los jugadores culparon del resultado al árbitro en zona mixta. Está bien meter presión en una competición bajo sospecha, pero más vale mirar lo propio que no lo ajeno. Mejor preocuparse del mal partido de los suyos, antes que estudiar el mal partido del colegiado.
7. Mucho se habla de la ausencia de Abel Aguilar –que se nota, y mucho-, pero la que realmente maldigo es la de Carlos Marchena. Este dato del colega de la COPE Pedro Martín refleja la trascendencia del campeón del mundo sobre el juego del equipo. “El Dépor sin Marchena en esta Liga: cuatro empates y nueve derrotas. Con Marchena: siete victorias, seis empates y ocho derrotas”.
8. Y se echa de menos a Marchena porque los otros tres zagueros de la plantilla son, como dice Santiago Segurola, “centrales de un error por partido”. Y si ese error permite que Javi Guerra remate completamente solo en área pequeña, prepárate a sufrir.
9. Con esta derrota, el margen de error se reduce. Quedan tres partidos. Con dos victorias y un empate, 39; con tres victorias, 41. Todavía se depende de sí mismo. Yo creo, ¿y tú?