‘Adelante’ descubre al ‘otro’ Dépor, un equipo que hasta el año 2007 no sabía lo que era jugar en Segunda División B. Solo cuatro de sus jugadores tienen experiencia en la categoría De la mano de héroes como Ernesto e Iván Moreno siguen derribando barreras.
El Deportivo recibe a un Guadalajara rebosante de confianza y que llega a A Coruña como líder de Segunda División. Los jugadores dirigidos por Carlos Terrazas no son un conjunto en el que destaque alguna faceta del juego por encima del resto, pero su orden defensivo y su buen trabajo colectivo los ha aupado a la cabeza de la Liga Adelante sin haber perdido ni un solo partido.
El ‘míster’. Carlos Terrazas. Competir por encima de todo.
La llegada de Terrazas al banquillo del ‘Guada’ a principios de la temporada pasada implantó un aire fresco en el club y, gracias a una segunda vuelta espectacular, terminó la temporada en segunda posición, por detrás del CD Lugo. Finalmente, los blanquivioletas acabarían ascendiendo a Segunda División al eliminar al Mirandés en la última eliminatoria del playoff. Veterano en Segunda División B y debutante en la categoría de plata, al técnico bilbaíno le gusta que sus equipos sean compactos, sólidos defensivamente y que practiquen un fútbol muy vertical para llegar rápido a la meta contraria. Además, trabaja mucho las jugadas de estrategia.
El preparador de 47 años ha logrado que su equipo continúe con la buena dinámica del pasado curso, lo que les ha llevado a ser líderes de la Liga Adelante. A pesar de no haber perdido ningún enfrentamiento, Terrazas se ha mostrado cauto a lo largo de la semana y manifestó que a sus hombres solo les faltan “39 puntos para la salvación”. Si continúan al mismo nivel será complicado que alguien los aleje de las primeras posiciones.
El ‘crack’. Ernesto. Un ‘puñal’ por la banda izquierda.
El futbolista madrileño se ha convertido en una de las claves del Guadalajara en este comienzo de Liga, en el que ha anotado tres tantos en cinco encuentros. Con una zurda prodigiosa tanto en juego como a balón parado, Ernesto es uno de los jugadores más determinantes del conjunto blanquivioleta. Es un extremo puro, con capacidad de desborde y que no teme en irse al ataque con frecuencia para lanzar buenos centros o, como demuestran sus cifras, encarar la portería rival. Adquirió protagonismo desde su llegada hace tan solo una temporada, en la que marcó de penalti el gol decisivo para ascender a Segunda División. Seoane no lo tendrá fácil.
El dato. Inexpertos en la categoría. Solo cuatro de sus 23 futbolistas están curtidos en Segunda.
Antes de iniciar el campeonato, de todos los miembros que conforman la plantilla del Guadalajara son siete los que habían participado en algún encuentro de la Liga Adelante, pero solo cuatro tenían una experiencia amplia en la categoría. Hasta este año, Ernesto, Jonan García, Christian y Arriaga eran los únicos que habían participado en diez enfrentamientos o más en Segunda División, mientras que entre Víctor Fernández, Jony y Rodri sumaban la decena de partidos. El resto de la plantilla solo gozaba de experiencia en Segunda B o categorías inferiores.
Un momento histórico. 24 de julio de 2007. Guadalajara, también.
A comienzos del siglo XXI, la provincia de Guadalajara era la única de todo el territorio nacional que nunca había podido ser testigo de fútbol profesional. Su club más representativo, el Club Deportivo Guadalajara había estado 46 temporadas en Tercera División, pero nunca había alcanzado un mayor logro. Aquel inolvidable 24 de julio de 2007 para el conjunto manchego, se alcanzó la histórica barrera. Habían sido muchas las veces que los del Pedro Escartín se habían quedado a las puertas, pero aquella vez lo consiguieron. En territorio canario, tras eliminar al UD Las Palmas B se consumó la gesta. Guadalajara también es de ‘bronce’. Cuatro años después, la gesta sería aún mayor: el ascenso a Segunda División, una categoría en la que debutó ante la UD Las Palmas. Pero el sabor de aquel primer gran éxito de 2007 es guardado con especial recuerdo entre la hinchada del ‘otro’ Dépor.
Una leyenda. Iván Moreno. Cumplir un sueño.
El sueño de todo niño que patalea un balón en cualquier parque de una ciudad pequeña es coger al equipo de ese rincón geográfico en el que ha nacido y llevarlo a lo más alto. Incluso hay un momento -inocencia bendita- en el que cree que ese sueño se cumplirá. Después crece, y se da cuenta de que todo esto es más complejo de lo que parece y las metas que se va poniendo en su camino son más asumibles. Iván Moreno ya no era un niño cuando con 25 años aterrizó en el Deportivo Guadalajara. Tampoco había nacido allí, sino algunos kilómetros más al oeste, en Plasencia. Pero trazó esa espectacular y progresiva ascensión, desde Tercera hasta Segunda División, siendo siempre un hombre importante de su equipo. Desde el centro del campo, Iván Moreno fue pieza clave en los dos ascensos, lo que le convierte incuestionablemente en uno de los mitos de la historia de su equipo. En la Liga Adelante, ya suma dos goles.
Una anécdota. Hasta el Pedro Escartín. El equipo sin campo.
El Club Deportivo Guadalajara ‘rompió la botella’ en 1947. Su historia hasta mediados de los 60 -y, prácticamente, hasta el nuevo siglo también- dista mucho del éxito y la gloria. Lejos de los focos, fue forjando sus vivencias con problemas de todo tipo, algunos casi inverosímiles. En 1965, se demole el Campo del Producto, en el que jugaba sus partidos como local. Con el nuevo estadio como un proyecto, e incapaz de encontrar un lugar donde disputar los encuentros, el Dépor renunció a competir. Así estuvo dos años, hasta que en 1967 se inauguró el Campo del Henares, que posteriormente se rebautizaría como el Pedro Escartín -en honor a un árbitro, entrenador y periodista-. Las prisas hicieron que el campo se inaugurase en unas condiciones lamentables, sin acceso de agua corriente.