El Málaga se estrena en ‘Adelante’ tras asombrar en la primera fase de la Liga de Campeones. Las bajas veraniegas no han mermado el rendimiento del equipo, que sigue guiado hacia el éxito por ‘El Ingeniero’.
El Málaga aterriza en A Coruña con la intención de aprovecharse del mal momento que vive el Deportivo y de prolongar su buena racha en Liga, donde ha ganado cuatro de sus últimos cinco partidos -entre ellos, al Valencia, al Sevilla y al Real Madrid-.
Contexto. La maquinaria perfecta de ‘El Ingeniero’. Pellegrini ha convertido a los blanquiazules en un equipo temible en todas su líneas.
El Málaga es sin duda el equipo de moda en la Liga BBVA y en Europa. A pesar del rechazo inicial que provocó la llegada del jeque Abdullah ben Nasser Al Thani fuera de la ciudad andaluza, el fútbol español y el continental han terminado por rendirse a los pies del conjunto malaguista gracias, sobre todo, a su estilo de juego asociativo y ofensivo. Con una política de fichajes coherente y nada derrochadora si la comparamos con la de su primo Hamad Al Thani (dueño del Paris Saint-Germain) o la del propietario del Manchester City, Zayed Al-Nahyan, el conjunto albiazul ha sabido aprovechar a la perfección la ayuda económica y la apuesta del dirigente catarí por la cantera con ‘La Academia’ y ha armado una plantilla equilibrada, con jóvenes promesas como Portillo, Camacho, Juanmi o Isco –Golden Boy europeo- y con futbolistas asentados y de primer nivel como Joaquín, Eliseu o Jeremy Toulalan.
La entidad del Mediterráneo cuenta, efectivamente, con todos los mimbres para medirse de tú a tú a cualquier club, pero sin duda la pieza fundamental de todo su engranaje es la de Manuel Pellegrini. ‘El Ingeniero’ ha sabido compenetrar a un equipo lleno de jugadores con gran calidad individual y que, además, ha sufrido una renovación casi total durante las últimas dos temporadas. El técnico chileno ya clasificó a los suyos para la Champions League en su segundo año, aunque ha sido en la campaña actual en la que ha superado todas las expectativas. Con su 4-1-4-1, el Málaga arrasó en la fase de grupos de la máxima competición continental, donde acabó líder del Grupo C, por delante del Milan, del Zenit y del Anderlecht sin perder ningún encuentro y siendo superior en juego a todos sus rivales. En la Liga BBVA se ha asentado como el cuarto equipo de la tabla gracias a su enorme trabajo defensivo, a las jugadas de estrategia -siempre muy bien trabajadas por Pellegrini- y, sobre todo, a su dinamismo, velocidad y facilidad para asociarse en la línea de tres cuartos. Tan solo la irregularidad en el primer tramo del campeonato le impide estar más cerca de los líderes.
Nombres propios. La fuerza como complemento de la magia. Un equipo brillante en ataque que tiene en la defensa su mejor arma.
– El ‘crack’: Joaquín. En su mejor momento desde que salió del Betis en el año 2006. Con mucha libertad a la hora de moverse tanto en el flanco derecho como en el izquierdo, el jugador de 31 años es un agobio constante para cualquier lateral gracias a su desborde por dentro y por fuera y a su visión de juego. En el Málaga también ha destacado su faceta de llegador y ya lleva cuatro tantos, a los que hay que sumar sus cinco asistencias de gol.
– El ‘muro’: Willy Caballero. El actual Zamora de la Liga BBVA. Pellegrini confió mucho en él y ni la llegada de Kameni lo apartó de la titularidad. Guardameta de grandes reflejos, valiente y con carácter.
– El ‘cerebro’: Isco. El mejor jugador sub-21 de Europa. Capaz de crear peligro de todas las formas posibles, ya sea desbordando a un rival con un destello de calidad, asistiendo con un pase magistral o con anotando un disparo lejano. Por él pasa gran parte del fútbol ofensivo de los andaluces y deja huella en cada encuentro. Ha destacado más tras la salida de Santi Cazorla.
– El ‘killer’: Saviola. Máximo goleador del equipo con cinco tantos junto a Roque Santa Cruz, aunque el preparador malaguista tiene en el argentino a una de sus debilidades. Letal al espacio, ‘El Conejo’ no solo destaca por su olfato anotador, sino que se desfonda en cada partido y trabaja mucho para el equipo.
El dato. La mejor defensa de la Liga. Es el conjunto que menos tantos ha recibido.
En las 17 jornadas que se han disputado del campeonato regular, el Málaga tan solo ha encajado doce tantos y es el equipo de Primera División que menos veces ha tenido que recoger el esférico de dentro de su portería. Este fin de semana jugará lejos de su estadio, una situación que hasta el momento le ha permitido recibir poco pero también marcar poco. De ocho partidos fuera de La Rosaleda, solo ha perdido dos, empatado tres y vencido otros tres, y solo ha encajado tres dianas y ha realizado cinco.
Un momento histórico. Temporada 2001-2002. El Málaga de la ‘Doble D’.
Hasta la aparición del jeque por las tierras malaguistas, la mejor versión del Málaga fue la que se vio a principios de la década. Con Joaquín Peiró en el banquillo, y comandados por la espectacular delantera que formaban Darío Silva y Dely Valdés, el Málaga llegó a clasificarse para la Copa de la UEFA, donde, en el año 2003, llegó hasta cuartos de final. Josemi, Valcarce, Musampa o Sandro eran otros de los jugadores malaguistas que hicieron vibrar a la hinchada.
Una leyenda. Juan Antonio Deusto. Otro arquero ‘made in Lezama’.
De la siempre prolífica cantera de guardametas vascos, Juan Antonio Deusto tuvo que abandonar el Athletic, tras coincidir con el ‘Chopo’ Iribar en la portería del club vasco. Fue a Málaga, donde no tardó mucho en hacerse el señor de la portería, llegando incluso a ser Trofeo Zamora de Primera División -con una espectacular marca de 17 goles recibidos en 28 partidos-, e incluso llegó a la Selección Española. Allí jugó durante seis temporadas, hasta que, tras el descenso del Málaga a Segunda División, fichó por el Hércules.
Un lazo blanquiazul. Pedro Bazán y Diego Tristán. Dos genios de La Algaba.
Cuando Diego Tristán se proclamó ‘pichichi’ en 2002 vistiendo la camiseta del Deportivo, el pequeño pueblo sevillano de La Algaba se sintió especialmente orgulloso de su delantero. Pero no era la primera vez que un gran goleador salía del pueblo. El primero fue Pedro Bazán, que se proclamó máximo goleador de Segunda División en tres temporadas, ayudando al equipo andaluz a lograr tres ascensos. Es el jugador que más goles ha metido con la camiseta malaguista, que acabó su carrera en el Deportivo, donde jugó tres temporadas en la máxima categoría del fútbol nacional.