Lejos queda aquel agosto de 2000 en el que se enfrentaron como campeón de Liga y campeón de Copa. Ahora luchan por no descender. ‘Adelante’ descubre al Espanyol, antes de comer el turrón.
El Deportivo visita mañana a un Espanyol que encara el choque cargado de moral tras su reciente empate ante el Real Madrid. Los periquitos buscarán ante el equipo de José Luis Oltra la primera victoria de la ‘era Aguirre’.
Contexto. Adaptándose al cambio. Javier Aguirre y su trabajo de motivación para revertir la situación.
El Espanyol fue el primer conjunto de la Liga BBVA en destituir al técnico con el comenzó la temporada, Mauricio Pochettino. Lo hizo tras disputarse la 13ª jornada del campeonato, en la que los catalanes cayeron por 0-2 ante el Getafe, y debido a la mala racha de resultados de la entidad, que en ese momento era última con tan solo nueve puntos. Tras las reprimendas de la afición hacia la directiva, Joan Collet decidió cambiar al técnico con el que había elaborado un proyecto a largo plazo y que tantas satisfacciones le había dado en campañas anteriores. El presidente españolista eligió como sustituto un estilo diferente, que pasase por jugar de forma práctica y por conseguir resultados necesarios para salvar a un club que necesita más que nunca permanecer en Primera División. Eligió el estilo de Javier Aguirre.
El mexicano, que no pudo estar en el banquillo ante el Granda -que terminó con 0-0- en la 14ª fecha del campeonato debido a que acababa de firmar el contrato, ha logrado dos empates en los dos partidos en los que ha tenido la posibilidad de dirigir a su equipo, y de ellos se ha llevado sendos empates -ante el Sevilla y el Real Madrid-. Los futbolistas blanquiazules han destacado el trabajo de motivación que el azteca realiza día a día y, por lo pronto, ya los ha sacado del farolillo rojo. Ha sabido aprovechar la herencia de Pochettino, que se había concienciado de que sus hombres fueran un conjunto aseado con el balón, pero ha apostado por resguardar un poco más al equipo, hacerlo fuerte en defensa y aprovechar la velocidad de sus hombres de ataque, pasando siempre por Verdú. Fútbol pragmático, necesario para sumar y para ganar confianza.
Nombres propios. Calidad ‘made in La Masía’. Muchos de los jugadores periquitos se formaron en la cantera del Barça.
– El ‘crack’: Joan Verdú. Ha crecido mucho desde su salida del Deportivo, sobre todo en el aspecto defensivo. Determinante tanto de mediocentro como de enganche, es vital en el fútbol del Espanyol gracias a su tremenda visión de juego, a su clase y a su fútbol pausado cada vez que conecta con el esférico. Letal entre líneas y en el último pase.
– El ‘muro’: Colotto. Indiscutible desde su llegada en verano. Pochettino luchó mucho por él y desde el principio le dio galones en la zaga periquita. Atento, casi imbatible por alto y con muchísima experiencia. Su escasa velocidad no es un problema gracias a su gran colocación e inteligencia.
– El ‘cerebro’: Víctor Sánchez. Empezó de titular debido a la lesión de Baena, y ahora parece casi imposible que pierda el puesto. Polivalente, capaz de jugar en cualquier posición del centro del campo e incluso en el lateral derecho, es el principal enlace con Verdú. Un fijo y un ‘pulmón’.
– El ‘killer’: Sergio García. Ha ganado en importancia con la llegada de Aguirre, que ha relegado a Longo a ser el tercer delantero. Partidazo el suyo en la última jornada en el Bernabéu con gol incluido. Rápido, sorprendente en el desmarque y con mucha movilidad.
El dato. El peor local del campeonato. Solo ha ganado un encuentro en Cornellà-El Prat.
El conjunto barcelonés es el equipo que menos rendimiento le ha dado a jugar en su estadio de toda la Liga BBVA. Los periquitos tan solo han sumado seis puntos de 24 posibles, al haber logrado tan solo un triunfo y tres empates en sus ocho encuentros como local. Tras los catalanes, Granada y Deportivo son los que registran los peores números como anfitriones.
Un momento histórico. Copa del Rey 2006. El cuarto ‘copazo’.
La Copa es la competición fetiche del RCD Espanyol. La ha conquistado en cuatro ocasiones, habiendo disputado otras cinco finales. Los dos primeros títulos datan de la época del blanco y negro: 1929 y 1940. Los dos últimos títulos son relativamente recientes. En el año 2000, cuando el Dépor ganó la Liga, el Espanyol se apuntó la Copa del Rey tras imponerse en la final al Atlético de Madrid, en un partido que es recordado por el gol de pillo de Tamudo al quitarle el balón a Toni. Seis años después, el conjunto de Barcelona repitió la hazaña al superar (4-1) al Zaragoza en la final. Tamudo, Coro y Luis García (2) anotaron los goles que significaron el viaje del trofeo hacia tierras catalanas. La hazaña continuó la temporada siguiente al alcanzar la final de la Copa de la UEFA, donde el Sevilla se impuso en la tanda de penaltis.
Una leyenda. Raúl Tamudo. El don de la oportunidad.
Raúl Tamudo es, con los datos en la mano, el mejor goleador de la historia del RCD Espanyol. Nunca ha sido el más rápido ni el más fuerte ni el más habilidoso de la clase, su don era otro: el de la oportunidad. Siempre aparecía cuando tenía que hacerlo, cuando todo parecía perdido. De hecho, su primer gol con la camiseta del Espanyol fue en 1997, ante el Hércules, y fue fundamental en la lucha de su equipo por evitar el descenso. Tras cesiones a Alavés y Eibar, se consolidó en el Espanyol en el año 1999. A punto estuvo de firmar por el Glasgow Rangers, en el año 2000, pero el médico escocés desechó la operación cuando ya habían acordado la cifra de traspaso ambos clubes. Ganó dos Copas del Rey y colaboró en llevar al equipo hasta la final de la Copa de la UEFA, aunque acabó abandonando el club tras enfrentamientos con el entrenador, otrora su compañero, Mauricio Pochettino.
Un lazo blanquiazul. Año 2000. Lo que el Dépor nunca olvidará.
Era el partido más importante de la historia del Deportivo. El Espanyol era el invitado que podía estropear la fiesta, al igual que en su día lo había hecho el Valencia. Pero el Dépor supo jugar aquel partido y se impuso 2-0 gracias a los tantos de Donato y Makaay. La Liga se iba, por primera vez, para A Coruña y el Espanyol fue testigo de ello aquel inolvidable 19 de mayo. Poco después, el Espanyol ganó la Copa del Rey, y ambos equipos se enfrentaron, ya en agosto, en la Supercopa. Se repitió el resultado en Riazor, tras el empate a cero en el Lluís Companys, y el título se volvió a ir hacia tierras gallegas.