‘Adelante’ destapa a uno de los grandes rivales del Deportivo en las dos últimas décadas. El Valencia de Mauricio Pellegrino, que aspirar a repetir el tercer puesto de las últimas campañas. Soldado, heredero del mítico ‘Matador’ Kempes, es la referencia.
El Valencia debuta ante su afición en la Liga BBVA con la intención de refrendar el buen resultado que logró en la primera jornada ante el Real Madrid. El estilo combinativo del campeón de ‘la otra Liga’ y su calidad en el centro del campo destacan en un bloque con una envidiable política económica y un gran proyecto de presente y futuro.
Contexto. Cambio de aires, mismas ideas. Pellegrino mantendrá el buen fútbol que instaló Emery, aunque buscará una mayor solidez.
El verano que ha vivido el Valencia ha estado cargado de altibajos emocionales para su afición debido a las numerosas salidas -Jordi Alba, Mehmet Topal o Aritz Aduriz, por ejemplo- que, por el contrario, supusieron un ingreso total de unos 23,5 millones de euros. Además, la marcha de Unai Emery tras cuatro temporadas como técnico obligó al equipo blanquinegro a hacer una reestructuración. A pesar de todo, la directiva ché ha vuelto a demostrar que sabe moverse en aguas turbias y que conoce muy bien el mercado. De esta forma, Andrés Guardado llegó libre al club presidido por Manuel Llorente, Nelson Valdez lo hizo como cedido, y, por otro lado, Joao Pereira, Jonathan Viera, Aly Cissokho, Sergio Canales y Fernando Gago lo hicieron por alrededor de 23 millones de euros.
En el plano deportivo, Mauricio Pellegrino se ha hecho cargo del conjunto valencianista. Por lo visto en pretemporada, en la primera jornada ante el Real Madrid y por los futbolistas con los que cuenta en el centro del campo, la idea del técnico de 42 años seguirá siendo la misma a la de Emery, con el balón como protagonista de un bloque que, según dicen los seguidores del preparador argentino, tendrá más carácter. Tras ser el segundo de Rafa Benítez en el Liverpool y en el Inter de Milán, Pellegrino debuta como primer entrenador. Su principal ventaja, la afición lo adora. Tras su buen partido en el Bernabeu, las expectativas son altas.
Nombres propios. Solidez y una calidad infinita en ataque. Soldado es la punta de lanza de un equipo temible.
– El ‘crack’: Soldado. 18 y 17 goles en Liga en sus dos primeras temporadas como valencianista lo han convertido en una de las mayores amenazas del fútbol español. Rápido, con buen desmarque y gran remate con las dos piernas, Soldado es letal en el uno contra uno y un quebradero de cabeza para las defensas adelantadas.
– El ‘muro’: Ricardo Costa. Irregular con Emery, Pellegrino lo ha convertido en un fijo de la zaga ché y en uno de los capitanes del equipo. Veterano, con buena colocación y gran remate de cabeza.
– El ‘cerebro’: Gago. Uno de los fichajes estrella del verano. Siempre con la cabeza levantada, el argentino es bueno en el último pase pero mejor a la hora de superar la línea de presión en el centro del campo. Será clave.
– El ‘killer’: Jonas. Junto a Soldado, el mayor peligro del ataque valencianista. Capaz de dar una asistencia como de sorprender desde la mediapunta, Jonas es uno de los mejores cabeceadores de la Liga BBVA. Ya marcó en la primera jornada ante el Real Madrid.
El dato. El segundo que más ha gastado. Por detrás del Barcelona, el conjunto blanquinegro es el que más dinero ha desembolsado en el mercado de fichajes.
La buena política económica que ha desarrollado Manuel Llorente en los últimos años ha permitido que el Valencia haya podido hacer frente a las bajas que sufrió al finalizar la campaña 2011/2012. De esta forma, el club ché es, tras el Fútbol Club Barcelona y a la espera del fichaje de Modric por el Real Madrid, el equipo que más dinero ha invertido hasta el momento de cara a reforzar su plantilla. Los blanquinegros se han gastado alrededor de 23 millones, mientras que los culés han desembolsado 32 ‘kilos’.
Un momento histórico. Cambio de siglo. Dos finales de Champions consecutivas.
Con la excepción del histórico Real Madrid de los años 50, que ganó cinco Copas de Europa consecutivas, tan solo un equipo español ha logrado jugar dos finales consecutivas de la máxima competición mundial a nivel de clubes: el Valencia. En las temporadas 1999/2000 y 2000/2001, el conjunto entrenando por Héctor Cúper se quedó a las puertas de la gloria. El Real Madrid, en el primer año con un contundente 3-0, y el Bayern Munich, en el segundo año con una cruel victoria por penaltis, privaron de entrar en la historia del fútbol europeo a una irrepetible generación de jugadores formada por los Cañizares, Ayala, Mendieta y ‘Piojo’ López. Aún así, el reconocimiento fue unánime hacia un equipo que mantendría su bloque y llegaría a conquistar, poco tiempo más tarde, dos Ligas, una Copa de la UEFA y una Copa del Rey. Solo queda Albelda.
Una leyenda. Mario Kempes. El ‘Matador’ del Luís Casanova.
Pese a que no forma parte de una de las etapas más gloriosas de la historia del club, la afición ché tiende a colocar a Mario Kempes en el puesto más alto de la leyenda valencianista. ‘El Matador’ llegó a Valencia, procedente de Rosario Central, en 1976, y en su primera temporada ya se proclamó el máximo goleador de la Liga, con 24 tantos. Repitió en la segunda, con 28, al término de la cual, ganó el Mundial de Argentina, donde fue el gran protagonista, siendo el máximo goleador, y anotando dos tantos en la final ante Holanda. Jugó otros cuatro años y media en el Estadio Luís Casanova como local, donde también ofreció un gran rendimiento, aunque por debajo del alcanzando sus dos primeros años. En total, 116 goles que le convierten en el segundo máximo goleador de la historia del Valencia, solo por detrás de Mundo (186, entre 1939 y 1950).
Un lazo blanquiazul. El penalti de Djukic. Rivalidad moderna.
La relación entre Deportivo y Valencia cambió en la última jornada de la temporada 1993/1994, con el histórico episodio del penalti de Djukic. El Dépor necesitaba vencer a un Valencia, que no se jugaba nada más allá de los repletos maletines provenientes desde Barcelona, para llevar la primera Liga en su palmarés. El club ché opuso la máxima resistencia, pero un penalti pitado en la recta final amenazaba cambiar el empate inicial. Djukic erró y González lo celebró con un gesto que nunca olvidará la afición herculina. Desde entonces, se desató una enorme rivalidad que tuvo otros puntos fuertes: la Copa del Rey que ganó el Deportivo la temporada siguiente, las luchas en lo más alto de los primeros años de la década anterior y el descenso deportivista, en manos del Valencia, de la campaña 2010/2011. Y tan solo un traspiés deportivista ante el Leeds evitó una semifinal de la Champions League entre ambos conjuntos en la campaña 2000-2001.