La temporada de Álex Bergantiños ha dado un giro de 180º con la llegada de Pepe Mel. El técnico madrileño lo sacó del ostracismo en la que el capitán reconoce estaba siendo su temporada más complicada en el Dépor. El coruñés asume que es parte del fútbol y por eso tampoco se preocupa del futuro: «Para mi el futuro es salvar al equipo. Quedan 10 partidos complicados y hay que vivir el presente. Hace tres meses nadie me nombraba y en tres semanas entre lo de Torres y el Barça he sido más mediático que en los últimos tres años«.
Aunque esta vez ha tardado más de lo habitual, no es la primera vez que el mediocentro tiene que sudar para ganarse un puesto: «Tengo unas características determinadas, por mis condiciones físicas me cuesta arrancar y luego cada entrenador busca cosas diferentes. Quizá no sea un jugador de 10 en ninguna cualidad y tenga que buscar la media para ir convenciendo al técnico que esté con otras cualidades tácticas o competitivas. Siempre me ha tocado pelear».
El cambio en el banquillo ha tenido resultados positivos para él a nivel individual, pero también para el equipo, algo que Álex anima a mantener: «Pepe incidió en recuperar la confianza en nosotros, veía a un equipo cabizbajo y era su primer objetivo. Lo consiguió y ahora lo difícil será mantener ese pico de confianza y trabajo. Vienen dos partidos importantes y no tenemos nada hecho, hay poco margen y llega un tramo de temporada muy intenso».
Para terminar, Bergantiños analizó la visita a Mestalla, un campo complicado en el que tratarán de aprovechar la irregularidad de los locales: «El Valencia está siendo más imprevisible. Hace dos o tres temporadas siempre ganaba en casa, ahora quizá por las expectativas que tenía y verse en zonas que no esperaba hace que tengan nervios. Son un poco menos fiables, pero tienen jugadores para estar más arriba. Intentaremos aprovechar esas dudas«.