El jugador coruñés aseguró que el Deportivo tiene la capacidad «para ganar» el martes en Balaídos, de donde tanto él como sus compañeros quieren regresar con una victoria para corresponder la confianza de la afición herculina.
El derbi gallego puede ser la mejor medicina para un Deportivo dolido tras encajar ante el Real Madrid la mayor goleada de su historia en Riazor (2-8), siempre y cuando los hombres de Víctor Fernández sepan frenar las virtudes y sacar a la luz las debilidades del Celta, que hasta el momento han sido pocas. De hecho, el conjunto vigués todavía no ha perdido en Liga y, por sensaciones y puntos -tiene uno más que el coruñés-, parte como favorito en las apuestas de cara al duelo del próximo martes. Sin embargo, uno de los hombres con más experiencia de los que estarán en Balaídos, Álex Bergantiños, cree que en un duelo con tanta rivalidad ambos conjuntos parten siempre de cero.
«Ser favorito en un derbi no da puntos. Los últimos cuatro derbis, que son los que yo jugué, al Celta se le dio por favorito por juego y por sensaciones, pero al final siempre se nos dio bien», comentó el mediocentro esta mañana en El Mundo del Fútbol de Abegondo. Para el de la Sagrada Familia, la clave del derbi estará en tener «el grado de acierto necesario y la cabeza fría», ya que «en este tipo de partidos el jugador está sobreexcitado».
El exfabrilista destacó las cualidades del equipo dirigido por Eduardo ‘Toto’ Berizzo, un bloque «conjuntado y con confianza desde el final de la temporada pasada» y con «buena posesión de balón». A pesar de todo, el ‘4’ blanquiazul insistió en que que los herculinos pueden «jugar al Celta de tú a tú y ganar «en el recinto celeste.
Para Álex, regresar de Vigo con los tres puntos sería, además, «la forma ideal de levantar el ánimo de la afición», que bajo su punto de vista fue «ejemplar» con la gran ovación que brindó a los suyos tras perder por 2-8 frente al Real Madrid. «Eso en otros estadios no hubiera pasado. Queremos ganar por ellos«, agregó.
Preguntado por la actuación del equipo blanquiazul en la goleada blanca, el centrocampista gallego reconoció que «fue un día duro» y que tanto él como sus compañeros tuvieron «muchos errores», pero hizo especial hincapié en la importancia que jugó el apartado psicológico.
«Hasta el 0-2 el equipo estaba bien y el partido era igualado. Tuvimos buenos moentos, pero cuando nos sentimos mejor, vinieron los goles y nos deshicimos. No nos podemos venir abajo por esos golpes, ya que no es lo mismo perder 2-5 que 2-8″, dijo. Además, añadió que «es difícil» que el Madrid vuelva a tener «el grado de efectividad» del que hizo gala en Riazor.