El Fabril retomará su lucha por el ascenso a Segunda División B este domingo a las 12:00. Su rival será el Navalcarnero, un equipo de suroeste de Madrid que terminó como segundo en su grupo de Tercera División. Entre sus jugadores también está el sueño de subir a la categoría de bronce, sin embargo, hay un futbolista que hace unos pocos años llegó a aspirar a algo más que eso. Su nombre es Gerardo Berodia.
Nació en Madrid el 6 de junio de 1981 y muchos le conocen como ‘El Mago’. Se formó en las categorías inferiores del Real Madrid, donde coincidió entre otros con Iker Casillas. Como canterano blanco consiguió el premio a mejor jugador infantil del Campeonato Europeo, motivo por el que la firma deportiva Nike pasó a patrocinarlo.
Pero las aspiraciones del centrocampista se vieron truncadas cuando le detectaron un cáncer en el tobillo. Tras plantearse la posibilidad incluso de tener que amputarle la extremidad, su familia logró buscar otra alternativa. El doctor Epeldegui consiguió que se recuperase y tras tres años pudo volver a jugar al fútbol.
Las cosas cambiaron para Berodia y tuvo que probar suerte en varios equipos modestos hasta recalar en el Lugo, con el que logró el ascenso a Segunda División. Su buen hacer como rojiblanco le abrió las puertas y un club boliviano, el Wilstermann, se fijó en él. Allí fue nombrado mejor jugador y era todo un referente. Incluso, llegó a ser imagen de la marca BMW.
Por fin, Gerardo rozaba la fama y su club le ofreció la renovación. Sin embargo, otra vez la mala suerte se cruzó en el camino del madrileño. Su hijo sufrió un grave accidente con un cristal y tuvieron que darle más de 600 puntos. Esto motivó a Berodia a abandonar Bolivia y volver a España para que su niño se recuperase. Sin trabajo, el que fuera una estrella al otro lado del charco decidió comprarse un taxi para ganarse la vida. Pese a todo, nunca perdió su pasión por este deporte y por ello combina su nueva profesión con el Navalcarnero. El domingo y en un escenario de Primera como Riazor, volverá a disfrutar de aquello que le gusta hacer: jugar al fútbol.
Su historia no ha pasado desapercibida para los medios de comunicación. Este es el reportaje que los compañeros de ‘El Día Después’ le dedicaron: