El gallego se ha ganado poco a poco la confianza de Oltra y ha culminado su progreso con la titularidad en Huesca. El caso contrario lo vive Jesús Vázquez, que se ha convertido en el cuarto mediocentro para el técnico blanquiazul.
Borja Fernández disputó el pasado domingo su primer partido como titular en la Liga Adelante con el Deportivo, tras varias semanas en las que había sido el primer suplente y en las que se había ganado progresivamente la confianza de José Luis Oltra y de la afición de Riazor. Su trabajo y su buena labor defensiva ya lo han convertido en la opción principal en la medular después de Juan Domínguez y Álex Bergantiños.
El mediocentro gallego entró por primera vez en una convocatoria el pasado 13 de noviembre en la jornada 13 -el día en el que el Deportivo y el Celta volvieron a encontrarse- tras haber sufrido un calvario por culpa de una lesión en el pubis. Desde ese instante, ha ido creciendo para, finalmente, debutar con el Deportivo ante su ex equipo, el Valladolid, el 4 de diciembre. También disfrutó de minutos en la siguiente jornada ante el Almería y su buena actuación se vio recompensada en la eliminatoria contra el Levante, en la que jugó todos los minutos a excepción de los dos últimos del encuentro de vuelta, al ver la cartulina roja.
El culmen para Borja llegó hace tres días, al celebrar con victoria y liderato su debut como titular en el campeonato regular con la camiseta blanquiazul, en un partido en el que disputó los 90 minutos. Su capacidad para abarcar mucho campo y su criterio para mover el esférico sin complicaciones son muy del gusto de Oltra, y son cualidades que se auguran muy importantes, sobre todo, en los encuentros lejos de Riazor que tanto le han costado al Deportivo hasta el momento.
Jesús Vázquez, la otra cara de la moneda
Tras el derbi gallego, en el que perdió la titularidad a favor de Juan Domínguez, el andaluz solo ha dispuesto de cinco minutos en la Liga Adelante, los que tuvo el pasado domingo en El Alcoraz. Desde la jornada 12 hasta el partido del Huesca, sus apariciones se limitaron a la Copa del Rey, mientras que en el campeonato regular estuvo siete jornadas sin jugar e, incluso, no fue convocado para los choques ante el Numancia y el Xerez.