No hay tregua para Luis César. Ni en el rendimiento del equipo, ni tampoco en lo que se refiere a la enfermería. El técnico del Deportivo está viendo caer a alguno de sus futbolistas cada semana y aunque no se trata de problemas graves, sí le restan opciones a un entrenador que ahora mismo necesita la ayuda de todos. El último en caer ha sido Borja Valle. El domingo terminó con molestias el partido ante el Zaragoza y el martes se sometió a unas pruebas que revelaron una lesión muscular en el bíceps femoral de la pierna derecha. No se especifica el tiempo de baja, pero lo que está claro es que no jugará el sábado contra la Ponferradina.
Entre los retoques que va introduciendo el preparador blanquiazul cada jornada, quizá el berciano fuera a tener un papel protagonista en el regreso a su tierra. En los últimos encuentros estaba saliendo desde el banquillo, pero su actuación frente al conjunto maño, con un gol y una ocasión clara para empatar el encuentro en apenas diez minutos, podría haberle servido para volver al once en un equipo tan necesitado de eficacia.
Valle estará unos días con tratamiento médico y de fisioterapia y la esperanza es que pueda estar de vuelta para el último partido de 2019, el próximo viernes 20 contra el Tenerife en Riazor. Mientras tanto, Luis César tendrá que seguir apostando por los mismos jugadores en ataque, aunque para la visita al Toralín todo hace indicar que recuperará a Christian Santos.
Esperando a Salva Ruiz
El otro punto de atención en lo que al estado físico se refiere es la recuperación de Salva Ruiz. El valenciano empezó a hacer tareas con el grupo la semana pasada y debería recibir el alta médica para regresar a un lateral izquierdo en el que Luis Ruiz ha ido de más a menos.