Leo una noticia procedente de A Coruña, que me sorprende, y me ha hecho reflexionar mucho. Y la verdad me ayuda a animarme a escribir este artículo.
El anuncio de que la plantilla del Deportivo suspende todos los actos extra deportivos hasta que se consume el ascenso es una noticia que me sorprende. Siempre he pensado que el aislamiento dentro de los clubes no es una acción que ayude, pero respeto la decisión del club si verdaderamente creen que eso ayudará. Yo nunca lo haría. Los jugadores son plenamente conscientes de lo que está en juego y estoy totalmente convencido de que no lo dejarán escapar. Pase lo que pase.
Aún no conozco los detalles de este aislamiento, y repito que aunque no lo comparto, lo puedo entender por lo mucho que esta en juego. Entiendo que a estas alturas afloren los nervios, aunque que es durante el final de la temporada cuando más templanza se debe de tener. La cabeza fría, y todos los sentidos puestos en el objetivo, el ascenso. Pero, y lo que es muy importante, sin obsesionarse con él.
Personalmente creo que la plantilla y cuerpo técnico debe centrarse en el trabajo y en el juego, como han hecho hasta ahora durante lo largo de toda la competición. El juego, el fútbol traerá los resultados, como lo ha hecho hasta ahora. Así todos podréis, y si me lo permitís podremos, disfrutar del ansiado ascenso.
Tras hablar de este tema quiero recordar el momento tan especial que viví en Montilivi hace unas semanas con la visita del equipo blanquiazul. Una visita que me reportó otro momento inolvidable para mi vida. La foto con Juan Carlos Valerón antes del partido, y el abrazo de después…, el trato de los componentes de la expedición que me apoyaron con cariño.
Nada más, solo emplazaros a María Pita el próximo día 3 de julio para celebrar lo que todos tanto deseamos. Un abrazo y Forza Dépor.