Pese a no ser uno de los consejeros, la figura de Juan Carlos Rodríguez Cebrián es una de las que más interés despierta en el equipo directivo de Fernando Vidal. Etiquetado como asesor por el propio presidente, el empresario, sobrino político de Amancio Ortega, se define como un «compañero» del ahora mandatario blanquiazul, al que conoció en el pasado mes de mayo «y me ganó». Cebrián pasó por los micrófonos de Cope para analizar su llegada al Deportivo, el futuro del club y el pasado, mostrándose muy crítico con la figura de Carmelo del Pozo: «Tenía una lista de jugadores que daba peniña«.
Relación con Vidal y el contacto con La Voz de Galicia
Cebrián afirmó que conoció a Fernando Vidal en las elecciones del pasado mes de mayo, cuando Tino Fernández presentó su dimisión. Explicó la derrota ante Paco Zas y el proceso que lo llevó a presentarse de nuevo en diciembre tras palpar las sensaciones de actores que consideraban importantes como al propio Amancio Ortega y La Voz de Galicia: «En mayo conocí a una persona íntegra, honrada, trabajadora y con conocimiento de lo que es el Dépor. Perdimos y optamos por dejar seguir el tema, pero continuamos a la espera. Cuando surgió, a la primera persona que visitamos fue a mi tío. Le explicamos el proyecto, que consistía en acabar con la fractura social. Luego fuimos a La Voz de Galicia, que ese día había sacado un artículo de ‘Los buitres llegan a Riazor’, o algo así. Ahí les dije que con ese panorama, me retiraba. Pero me dijeron que no, que muy bien cómo nos estábamos volcando con el Dépor. Después me fui a Abanca y ahí empezó a cuajar el proyecto que se ha ido perfilando y queremos aprobar en la Junta«.
El acuerdo con Abanca, imprescindible
El empresario incidió en la necesidad de que el Deportivo apruebe las ampliaciones de capital de Abanca: «Si no había lo de Abanca, era imposible solucionarlo. El Dépor está al día de embargos, pero tiene una deuda muy fuerte, imposible de seguir pagando en Segunda. Y si descendiésemos no había manera de pagar. En Segunda, si hubiese alguna facilidad de pago, podríamos, pero con un tope salarial pequeño y con el que estarías siempre a punto de descender. ¿Se va a hacer dueño Abanca? Es que no hay otra manera, no había opción posible. Mejor que lo coja Abanca que uno de fuera».
Asegura que si no se aprobase este acuerdo, «creo que el Dépor desaparece», pero al mismo tiempo confía en que salga adelante, habiendo contactado ya de primera mano con Tino Fernández y Estrella Galicia: «La relación de Tino es directamente con Abanca. He hablado con él y dijo que no habría ningún problema, aunque cada uno es libre. En el caso de Estrella, tengo información de que no se van a oponer. No sé si votarán a favor o abstención. Sin los votos de Tino y Estrella, si el resto de socios lo apoya, se saca. No contemplo un escenario en el que no se apruebe, porque además es hundir al Deportivo».
Duras críticas a Carmelo del Pozo
En su llegada al club, Cebrián asegura que se encontró a un grupo deprimido: «Estaban hundidos, entrabas en el vestuario y parecía un tanatorio. Empecé a gastar bromas hasta que se fueron soltando. Ahora me ves con los jugadores y pierdes, entras ahí y, oye, no pasada nada. Les dijimos que jugaran sueltos, que fueran libres, porque el Dépor se iba a salvar. No deportivamente, sino que económicamente se salvaba fijo. Ahora no sé que mosca les picó, que van un poco para atrás. Son jóvenes y tienen sus fallos, pero quieren mucho al Deportivo».
No tuvo tan buenas palabras para Carmelo del Pozo: «La situación con el director deportivo era malísima, malísima. Ahora cada vez que marca un gol uno de los jugadores que había fichado él, saca su foto de perfil en el teléfono. Y tenía una lista de jugadores que daba ‘peniña’. La gente del club es buena gente, pero había un poco de desorden. Te encuentras muchas irregularidades, la relación con el Concello era mala…».
La dimisión de Paco Zas y la llegada de Armenteros
También tuvo tiempo para contar la intrahistoria de esos últimos días de diciembre en los que se produjo la salida de Paco Zas y la llegada a la presidencia, de forma temporal, de Toño Armenteros: «Fernando Vidal estaba en Japón cuando tuvimos que tomar posesión. Estábamos reunidos con Zas para ver qué hacíamos. No había firma y él no quería firmar. Tuvimos que provocar que se fueran, de acuerdo con ellos, para llegar nosotros. Llamé a Toño y le dije que viniera al club. Cuando llegó le dije que tenía que ser presidente y se quedó pálido. Pero de lo contrario no podíamos hacer nada. Ni echar a Carmelo ni ninguno de los temas que había en marcha».
La dimisión de su abuelo como presidente del Deportivo
Aprovechó para recordar una anécdota familiar en la que demostró que el amor por el Deportivo le viene de sangre: «Mi abuelo fue presidente y tuvo que dimitir en la época de Franco. Se celebraba el Campeonato del Mundo de Atletismo y mi abuelo se opuso a dejar el campo porque podían estropear el césped. Lo llamó una autoridad y, poniendo un revólver encima de la mesa, lo obligó a dimitir. Poca gente sabe esto pero fue así».