Los derbis son encuentros especiales, lo reconocen todos los implicados. Desde los utilleros, pasando por preparadores físicos, los servicios médicos de los clubes, los aficionados de cualquier edad…Y como no los entrenadores y los propios jugadores, protagonistas sobre el verde. Son partidos donde, aunque suene a tópico, siempre están en juego más que tres puntos. Y con la adrenalina y las pulsaciones a toda pastilla, en los Dépor-Celta no eran raros los piques entre futbolistas. Algunos se hicieron tan famosos que aún hoy en día se recuerdan con una sonrisa y sus protagonistas aseguran que se trataban únicamente de “lances del juego”.
Fran-Otero y Fran-Míchel Salgado
Francisco González Perez, Fran, el capitán blanquiazul de aquel SuperDépor, tuvo sus particulares «guerrillas». Un jugador tímido y parco en palabras, pero que siempre hablaba sobre el césped. Su carácter más bien introvertido mudaba cuando rodaba el balón y más si enfrente estaba el «eterno rival». Tuvo sus más y sus menos con Jorge Otero, el lateral derecho del Celta de Vigo, que además de protagonizar enfrentamientos con el capitán blanquiazul, dejó un mal recuerdo en el Deportivo. El defensa fichó por el Valencia en 1994, pero se apuntó entonces que tenía un precontrato firmado por el conjunto deportivista, y desde ese momento siempre fue abucheado cuando jugaba en Riazor con el equipo ché. Más recientemente estuvo inmerso en litigios judiciales por una querella contra Lendoiro por presunta estafa.
Su sucesor, Míchel Salgado, también tuvo varios encontronazos con Fran. Ambos jugadores, condenados a encontrarse en el campo, se vigilaban mutuamente. Pese a ello, el capitán de aquel Deportivo manifestó recientemente en una entrevista en El Ideal Gallego que tanto Otero como Salgado fueron de los rivales más duros a los que se enfrentó.
Djalminha-Mostovoi
El Deportivo en la temporada 99-00 levantaría una Liga, pero para muchos esa campaña también sería recordada por el tira y afloja entre Djalminha y Mostovoi, dos de las estrellas en sus respectivos clubes. Ese choque, más tenso de lo habitual, tuvo en el particular “riña” entre los dos jugadores una de sus atracciones. Varios desencuentros entre ambos, con incluso insultos de por medio, que culminaron en una colleja del brasileño al ruso captada por las cámaras. El futbolista del Deportivo siempre afirmó que no se arrepentía, mientras la única espina que le queda a Mostovoi fue que nunca fue capaz de ganar ni de marcar en Riazor en los siete duelos que disputó con el Celta. En aquel choque perdería por la mínima gracias a un gol del Turu Flores.
Colotto-Aspas
Con Celta y Dépor en Segunda División, en la temporada 2011-12, volvían a encontrarse ambos equipos, tras cuatro años sin verse las caras. Los celestes llegaban al derbi por delante en la tabla frente a un Deportivo cuestionado por su juego en los últimos partidos. La victoria sería blanquiazul, pero el protagonismo no estaría tanto en los autores de los tantos sino como en las rencillas entre otros jugadores: Colotto y Aspas. El atacante de Moaña había calentado el derbi con unas declaraciones alabando la patada que le propinó Vagner a Diego Tristán en el partido de la temporada 2005-06, y que se resolvió con victoria blanquiazul (0-3). Aunque no marcó, Aspas acaparó los focos junto al central argentino, cuando se quedó delante de él agachado impidiéndole avanzar. La posición comprometida entre ambos, que se repitió varias veces, se hizo tan célebre que hasta fue la portada de un diario deportivo.
Aspas-Marchena
Choque de trenes. Así se pueden resumir los piques entre Iago Aspas y Carlos Marchena, dos jugadores con carácter, en los que la veteranía del andaluz siempre fue su mejor baza. En la temporada 2012-13, con el Deportivo luchando por volver a Primera, ambos se cruzaron primero en Balaídos y ya saltaron chispas. Tras una falta de Zé Castro, Aspas intentó pedir la amonestación para el zaguero. El central sevillano aprovechó para pellizcar al punta, que se revolvió golpeando con su brazo la cara de Marchena, que se fue al suelo. El nueve del Celta no sería amonestado, pero tras esa acción se diluyó y fue sustituido. El encuentro finalizaría en tablas (1-1), con tantos de Marío Bermejo y Juan Domínguez.
En la vuelta en Riazor, Aspas sólo media hora duró media hora en el campo. Tras un remate aéreo, ambos chocaron y se fueron al suelo. La tormenta se desató con un cabezazo de Aspas sobre Marchena, que parecía responder con una patada, pero que rápidamente se revolvía por el césped con las manos en la cara. Velasco Carballo mostraba la roja directa a Aspas, que se iba antes a la ducha, y vería como su equipo perdía de nuevo en Riazor (3-1).
Que Marchena le tuviese tomada la matrícula podría estar motivado por las incendiarias declaraciones del atacante en su cuenta de Twitter. Tras anunciarse el fichaje del campeón del Mundo y de la Eurocopa el ariete comentó en su muro: «El Dépor ficha a Marchena y se pone en cabeza en la pugna por el descenso a Segunda División».
Lucas Pérez-Iago Aspas: pacto entre caballeros
Estas cuentas pendientes entre jugadores parecen ahora cosa del pasado en los actuales derbis. Aunque es cierto que siguen teniendo un componente especial, el mejor ejemplo fue el encuentro en Riazor de esta temporada. Un partido, como todos con tensión, pero sin ningún tipo de tangana ni problema entre los jugadores, un ejemplo de lo que tendrían que ser siempre los duelos de fútbol. El Deportivo se impuso por 2-0, con un tanto en propia de Jonny y otro de Lucas Pérez, el nuevo ídolo blanquiazul. Su homólogo, Iago Aspas, es actualmente duda para la vuelta en Balaídos de la próxima semana.
Ambos son dos de los líderes de Deportivo y Celta, respectivamente, pero no da la impresión de que ninguno de los dos tengan intención de prender la chispa más de lo necesario. El de Monelos preguntado por si le preocupa que esté o no el de Moaña ha zanjado con que espera que pueda competir porque quiere “jugar contra los mejores”. Pacto entre caballeros, todo parece indicar que, en esta ocasión, no tendremos un célebre pique, aunque ya se sabe que los derbis son partidos distintos y todo puede pasar mientras rueda el balón.