A menudo, el mundo del fútbol descuida lo primordial. Olvida que más allá del terreno de juego, más allá de los focos, hay gente que sufre, hay gente que tiene dificultades para llegar a final de mes e incluso para poder sobrevivir. Ante ese escenario y con esa premisa, en agosto del año pasado, el futbolista asturiano del Chelsea Juan Mata decidió hacer una revolución. Se propuso concienciar a los futbolistas de cada recodo del mapa de que un cambio era posible. Y creó Common Goal, una ONG sin ánimo de lucro. Al amparo de Street Football Word, el exinternacional español propuso al mundo del fútbol donar el 1% de su sueldo para causas solidarias.
Reunido en un fondo común, el dinero recaudado va dirigido a la financiación de organizaciones de caridad del mundo del fútbol. El 90% para actividades de integración social y solidarias, y el 10% restante para los gastos de mantenimiento del propio proyecto.
A punto de cumplir un año de vida, Common Goal cuenta ya en sus filas con varios futbolistas de renombre internacional. Además del propio ‘capitán’ de la iniciativa, hay algunos destacados peloteros como el mundialista Mats Hummels, del Bayern de Múnich, o el defensor italiano Giorgio Chiellini, de la Juve. A ellos hay que sumar el nombre del técnico alemán Julian Nagelsmann y los de las internacionales Alex Morgan y Megan Rapinoe. Por parte del fútbol español, los representantes son Ainhoa Tirapu (Athletic), Alberto Prada (Wiener Neustadt), Borja Lasso (Osasuna), Bruno Saltor (Brighton), Cristian Portilla (Ottawa Fury), Lombán (Eibar), Olga García (ex del Barça), Irene Paredes (PSG) y la gallega Vero Boquete (Beijing).
Si uno hace balance, quizás encuentre menos implicados de los que cabía esperar en un principio. Sin embargo, con el paso de los meses, parece que cada vez son más los futbolistas que se deciden a dar el paso y unirse a esta corriente solidaria. Poco a poco, Common Goal va haciendo más ruido, más generando mejores resultados. Un pequeño gesto para los futbolistas, un gran detalle para la humanidad. Y sobre todo, para los niños que más sufren.