El Deportivo volvió a quedar eliminado de la Copa del Rey ante el Zaragoza en un encuentro que, por encima de todo, deja dos conclusiones fundamentales. La primera es la recurrente incapacidad del equipo blanquiazul para avanzar en un torneo que tanta gloria le dio en tiempos cada vez más lejanos. La segunda, que el tan proclamado por Carmelo del Pozo fondo de armario, los dos jugadores de garantías por posición para aumentar la competencia, queda, como poco, en entredicho.
Ahora mismo Natxo González está obligado a ir con lo puesto. El técnico se ha agarrado a un bloque reducido de jugadores y en La Romareda quedó bastante claro el porqué. Empezando por una línea defensiva totalmente renovada en la que dio la sensación de que los cuatro recambios están a una distancia sideral de los Caballo, Duarte y compañía. Tampoco Mosquera y Expósito parecen estar en disposición de ofrecer las prestaciones del resto de centrocampistas.
La segunda unidad tenía una buena oportunidad para reivindicarse y completó una primera parte impropia de un equipo que quiere avanzar de ronda. Mucho menos de futbolistas que luchan por ganarse un puesto. Más allá del rendimiento, la actitud de algunos jugadores es preocupante si pensamos que la temporada acaba de comenzar. Si ya están así de desenchufados en septiembre, ¿qué motivación tendrán cuando llegue enero y hayan pasado todavía más tiempo en el banquillo o la grada? Especialmente sonrojante fue la actuación de Dubarbier, que para colmo terminó lesionado.
Todo mejoró tras el descanso, empeorar era complicado, pero para entonces ya el Zaragoza tenía dos goles de ventaja. El primero tras un grave error de Krohn-Dehli, algo cada vez más común cuando el danés tiene el balón en campo propio. El otro en una buena jugada colectiva de los maños. Dos goles en los primeros minutos de cada tiempo. Falta de concentración, como si no quisieran estar ahí.
La reacción llegó tarde, liderada, como no, por Cartabia. El argentino no está para perder el tiempo y fue de los pocos que puso interés. Él y Somma, que cuajó un serio debut, aunque las puertas de la titularidad seguramente estén cerradas de momento. El Dépor pudo empatar e incluso tuvo un disparo al palo, algo que de todas formas no borraría esa sensación de diferencia que, hoy, existe entre titulares y suplentes.