«Quiero ver cómo funcionan los porteros del primer equipo. Hay que confiar en la gente del primer equipo y ver si son capaces de dar lo que busco». Así respondía ayer Cristóbal Parralo al ser preguntado en sala de prensa sobre el regreso de Francis al Fabril y su apuesta por Tyton y Pantilimon.
Ya en su debut del pasado jueves, el nuevo técnico del Dépor decidió dejar fuera a Francis, titular en los dos últimos encuentros de Pepe Mel, y apostar por Tyton de inicio. La jugada no le salió del todo bien, pues el polaco dejó dudas en varios de los goles canarios y terminó encajando cuatro tantos. Sin embargo, Cristóbal parece convencido de sacar un buen rendimiento de los metas del primer equipo y citó de nuevo a los mismos para viajar a Las Palmas.
De esta forma, el cordobés parece apostar por una política diferente a la de Mel, que apenas mostró confianza en ninguno de sus porteros, puesto especialmente sensible en ese aspecto, y exhibió una gran facilidad para cambiar de guardameta. Tras empezar con Rubén, al que ya mostró un escaso apoyo pues en verano repitió una y otra vez que demandaba un fichaje para dicho puesto, la lesión del gallego dio paso a Tyton, que solo duró un encuentro -el 2-4 ante la Real Sociedad-. Después, fue el turno de Pantilimon pero el rumano tampoco transmitió demasiada seguridad y tras cuatro jornadas perdió el puesto ante el fabrilista Francis, que jugó contra Eibar y Girona.
Si esta noche Parralo también decide cambiar y dar una nueva oportunidad a Pantilimon, este sería el quinto cambio de portero de la temporada y el tercero en la última semana. Cristóbal tiene muchos problemas para solucionar, pero la portería es uno de los principales.